FOTO: RENIER OTTO
Un ejército ruidoso de motorizados se estacionan en las aceras, zigzaguean entre carros por la autopista y facilitan las fugas exitosas después del atraco
Hay un ejército ruidoso de motorizados que se estacionan en las aceras, zigzaguean entre carros por la autopista y facilitan las fugas exitosas después del atraco. Esa parece ser la percepción que se impone en la mente del conductor distraído cuando mira por el retrovisor que un bulto se le aproxima y le asusta. Pero, por encima, de esta idea acunada por el miedo, se impone la realidad de una mayoría de ciudadanos que se ganan el pan como mensajeros, prestan servicio de mototaxistas y utilizan su vehículo de dos ruedas para llegar temprano a la oficina. A esa parte del país no le afecta las normas ni la demagogia que se refrendan desde el poder y sus vidas por suerte transcurren tranquilas.
Cort. TalCualDigital
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