ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El presidente venezolano Hugo Chávez admitió el martes que debe ser sometido a una nueva cirugía en La Habana para remover una “lesión” que apareció en el mismo sitio donde médicos cubanos le extrajeron un tumor canceroso el año pasado, en un anuncio que genera dudas sobre su capacidad de competir en las elecciones presidenciales de octubre.
“Me operaré en La Habana. Se acaba de tomar la decisión”, pero “sin carrera, mañana estaré actualizando las cosas (…) y preparándome para el fin de semana”, afirmó el mandatario durante un contacto telefónico con la cadena oficial VTV, reportó la Agence France Presse.
“Son los mismos médicos” que le operaron en junio del 2011, “el mismo lugar, todo está acondicionado” y “allá [en Cuba] hay más seguridad para este tipo de operación”, comentó Chávez para explicar por qué había decidido operarse nuevamente en La Habana en vez de hacerlo en su país.
Chávez afirmó que va a tener que bajar el ritmo que venía aumentando en los últimos meses, y “repensar” su agenda personal, según reportes de la agencia EFE.
“Lamentablemente no me van a ver (…), no voy a poder seguir con el ritmo que venía in crescendo sobre todo desde diciembre (…), no voy a poder porque estoy obligado a atender esta nueva circunstancia, a repensar mi agenda personal y a cuidarme y a enfrentar lo que haya que enfrentar”, señaló.
Horas antes, el mandatario había brindado pocos detalles sobre la ubicación de la “lesión”, pero una fuente cercana a la situación informó a El Nuevo Herald que había sido notificado semanas atrás de que le había aparecido un tumor en el colon y que éste ha estado creciendo con mucha rapidez, alcanzando el tamaño de una pelota de golf.
Según la fuente, que habló bajo condición de anonimato, los médicos le advirtieron a Chávez que tenía que operarse lo más rápido posible debido al agresivo crecimiento del tumor, para luego ser sometido a una nueva ronda de quimioterapia y posteriormente de radioterapia.
No obstante, Chávez evitó usar la palabra tumor en su anuncio.
“Es una lesión pequeña, de cerca de dos centímetros de diámetro, muy claramente visible. Eso obliga a extraer esa lesión y obliga a una nueva intervención quirúrgica”, afirmó en declaraciones transmitidas por la estatal Venezolana de Televisión.
Chávez brindó las declaraciones desde una fábrica de tractores en el rural estado de Barinas. Su aparición pública se produjo en medio de persistentes rumores de que había sufrido una recaída.
Médicos consultados dijeron que la reaparición del tumor es señal de que Chávez no ha estado recibiendo el medicamento necesario o que no ha estado siguiendo el tratamiento al pie de la letra.
“Tiene una recurrencia tumoral […]. Eso significa que el tumor, o creció de nuevo, después de haberlo tenido en control, o le apareció un tumor nuevo de las mismas características”, comentó el cirujano Gustavo León, quien ejerce la profesión desde hace 30 años en Miami.
“También quiere decir que el tumor es mucho más agresivo de lo que pensaron, y que en consecuencia el tratamiento no fue lo efectivo que debió haber sido, porque obviamente no detuvo la enfermedad […] o que el tratamiento que estaba recibiendo fue interrumpido”.
Roger Noriega, ex embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, había advertido meses atrás que Chávez había suspendido su tratamiento de quimioterapia porque le estaba afectando seriamente su capacidad de mantenerse en control del país.
“Su deterioro físico se acelera más rápido de lo que sus médicos habían previsto y, a pesar de esta grave situación, Chávez ha insistido en recibir dosis bajas de quimioterapia para evitar largas ausencias de la escena política durante este frágil período”, había señalado en noviembre Noriega, citando fuentes confiables dentro del gobierno venezolano.
Noriega ha declarado en reiteradas condiciones que Chávez mentía al decir que se había curado del cáncer que admitió sufrir en junio.
El anuncio del martes generó dudas sobre las posibilidades del mandatario de salir airoso en los comicios presidenciales del 7 de octubre, en los que enfrentará al gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, quien emergió la semana pasada como el candidato único de la oposición.
“Ahora es evidente que el cáncer de Chávez está lejos de estar curado. La enfermedad de Chávez, su habilidad de conducir una campaña así como de gobernar, es un factor importante en la contienda. [La enfermedad] erosiona el aura de invencibilidad así como de inevitabilidad que Chávez siempre ha tratado de crear”, comentó Cynthia Arnson, directora del Programa de América Latina del Wilson International Center, desde Washington. “También complica la situación para el bloque político de Chávez porque el partido de gobierno simplemente no tiene nadie con su ‘carisma o seguimiento popular’”.
Chávez, no obstante, desmintió el martes los persistentes rumores de que tiene sus días contados.
“Desmiento totalmente lo que circula de que tengo metástasis en el hígado o no sé donde más”, agregó. “Que el cáncer está regado por todo el cuerpo y que ya me estoy muriendo […]. Los exámenes rigurosamente hechos en La Habana indican que no tengo metástasis en ninguna parte”.
Desde que fue operado en junio en La Habana para removerle un tumor que dijo que era del tamaño de una pelota de béisbol, Chávez ha rehusado brindar información sobre el tipo de cáncer que padece y dónde fue exactamente que se le había detectado.
El gobernante venezolano había admitido que fue sometido a dos intervenciones para atenderle un absceso pélvico y anunció que se había curado y que ya no tenía células cancerosas en su cuerpo.
Pese a esas declaraciones, el país petrolero se ha visto inundado esporádicamente por insistentes rumores de que la enfermedad del mandatario es más grave de lo que deja ver.
La más reciente ola se produjo en los últimos días durante la ausencia pública del mandatario.
Chávez aseguró que precisamente esos insistentes rumores le habían obligado a adelantar el anuncio de su operación, que previamente esperaba realizar después de las vacaciones de Carnaval.
“Si cabe la expresión les pido perdón si a alguien le causo algún sufrimiento”, comentó el mandatario tras llamar a los venezolanos a la “unidad, a la batalla, a la vida”.
“Que nadie se alarme y yo diría que nadie se alegre porque independientemente de mi destino personal esta revolución […] ya tiene su impulso dado y nada ni nadie podrá detenerla”, subrayó.
NDO/El Nuevo Herald
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