(CNN) — Comenzó con fiebre, fatiga, diarrea y pérdida de apetito.
Pero la enfermedad grave que siguió a una mordida de una garrapata a dos campesinos en Missouri, en el centro de Estados Unidos, fue el inicio para los epidemiólogos de un viaje hacia un nuevo descubrimiento viral.
“Es totalmente nuevo en el mundo”, dijo Willams Nicholson, del Centro Nacional para Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas en los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
“Es único en el hecho de que nunca ha sido encontrado en otro lugar y es el primer phlebovirus que se encuentra en el Hemisferio Occidental que causa enfermedades en los humanos. En este punto no sabemos cuán extenso puede ser, o si se encuentra en otros estados. No sabemos cuántas personas en Missouri pueden haber tenido este virus, ya que el descubrimiento de un virus completamente nuevo fue una sorpresa para nosotros”.
Nicholson, uno de los autores del informe que detalla los dos casos, publicado este miércoles en The New England Journal of Medicine, sospecha que el nuevo virus es un miembro del phlebovirus transmitido por las garrapatas y es un primo lejano del virus del síndrome de trombocitopenia con fiebre severa (SFTSV, por sus siglas en inglés), un virus presente en el centro y el noreste de China, que causa la muerte de entre 13% y 30% de los pacientes.
Hay más de 70 virus distintos en la familia phlebovirus, y están agrupados según su medio de transmisión: si son de mosquitos, de garrapatas o de flebotomos (una especie de mosquito conocido como mosca de arena).
“En este punto, no estamos diciendo que es transmitida por las garrapatas”, dijo Nicholson. “Sospechamos de las garrapatas. Puede ser una garrapata estrella solitaria u otra garrapata, pero no hemos descartado a los flebotomos o mosquitos”.
Este nuevo virus “se agrupa genéticamente” (o es muy similar, aunque distinto) con otros phlebovirus transmitidos por las garrapatas y más distantamente por los flebotomos y mosquitos. Los investigadores lo identificaron genéticamente secuenciando todo el genoma del virus y comparándolo con los genomas virales existentes, explicó Nicholson.
“Utilizamos muchos recursos para realmente poder descubrir dónde se localiza este virus y cómo se transmite”, dijo. “También haremos estudios de laboratorio para aprender más acerca de la biología del virus y cómo puede ser transmitido”.
Un campesino era un hombre saludable de 57 años, el otro, un hombre de 67 años con diabetes tipo II. La recuperación para ambos campesinos fue lenta. Ambos fueron hospitalizados durante dos semanas en 2009 y les tomó aproximadamente un mes y medio recuperarse completamente.
No se sabe si este nuevo virus puede ser transmitido de persona a persona, pero ningún familiar o cuidador reportó síntomas similares a los de los pacientes.
En este momento, dijo Nicholson, no hay motivo de preocupación. “No creo que nadie deba de estar preocupado. No estamos preocupados… tenemos curiosidad sobre qué papel juega el virus en la enfermedad humana”.
Un grupo de investigadores está realizando un estudio epidemiológico para identificar a nuevos pacientes con síntomas similares. Por ahora, los investigadores dirigirán su atención al gran número de huéspedes vertebrados que mantienen el virus en la naturaleza, como mamíferos salvajes y domésticos, y aves. En otoño observarán la población de venados y pavos salvajes.
Las enfermedades transmitidas por las garrapatas están en aumento en Estados Unidos. Y aunque esta nueva enfermedad puede que no sea transmitida por las garrapatas, éstas son las principales sospechosas. Nicholson dice que las personas deben utilizar repelente, revisar si tienen mordidas o garrapatas, y evitar ciertas áreas que podrían ser buenos hábitats para las garrapatas, como zonas boscosas y jardines con hojas caídas.
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