Foto: AP |
León Aguilar/El Tiempo
Puerto La Cruz.- “Puedo retirarme con la cabeza en alto, feliz por todas las cosas que me han sucedido en mi carrera. Hice grandes amigos, viví grandes momentos”.
Omar Vizquel recibió una última ovación en el noveno episodio del partido entre Azulejos de Toronto y Mellizos de Minnesota.
El toletero criollo robusteció aún más los guarismos de su leyenda con un partido más en el campocorto (2.709, más que ningún otro shortstop) y un hit más (2.877, 40to en la lista de todos los tiempos) en su carrera de 24 años.
“Es una mezcla de emociones”, dijo Vizquel tras su último partido como pelotero activo. “Me levanté en la mañana y me temblaban las piernas, mi corazón latía a 100 mills por hora. No sabes si realmente quieres ir al estadio o quedarte en casa. Son varias las cosas que pasan por tu mente y es muy difícil expresar cómo me siento”.
Una atrapada en territorio corto del jardín derecho y un sencillo al centro en su último turno al bate fueron indicio de que el pelotero caraqueño se despidió del béisbol en plenitud de forma. De hecho, el también venezolano Miguel Montero, receptor de los Diamondbacks de Arizona, no entiende por qué Vizquel decidió retirarse. “Vizquel hace lo que no hacen jugadores de 25 años. Debería ser el ejemplo de todos los latinos, para todos los venezolanos”.
“Fue la ida perfecta. Quería retirarme bateando un hit y justo lo hice en el último turno”, dijo “Manos de Seda”.
“Ganamos el partido, bateé hit, hice una jugada y todos se fueron felices a casa”.
Honorable
“También es el día más triste, porque voy a abandonar lo que he hecho toda mi vida”, admitió quien cuenta 45 años y ha jugado con Marineros de Seattle, Indios de Cleveland, Gigantes de San Francisco, Rangers de Texas, Medias Blancas de Chicago y Azulejos de Toronto en 24 años de carrera.
“No hay otra cosa que yo haya querido ser, sólo quería ser pelotero. Spy un afortunado por haber jugado este deporte tan dignamente”.
La carrera de Vizquel comenzó hace casi 30 años. El campocorto capitalino firmó su primer contrato profesional a los 16 años, luego de varias trabas porque varios scouts decían que era muy pequeño y delgado para jugar profesionalmente.
De hecho, cuando comenzó su carrera, Vizquel tenía ingentes deficiencias para batear.
En las menores, con las filiales de Seattle, bateó para .243.
Pero el coach Bobby Tolan tuvo un rol protagónico en la mejoría de Vizquel como bateador.
“Manos de Seda” aprendió a batear de ambos lados del plato y debutó con Marineros en 1989.
Luego de campañas de .220 (1989), .247 (1990) y .230 (1991) en promedio de bateo, Vizquel abandonó la mediocridad como bateador con una temporada de .294 de promedio, 20 dobles y 15 bases robadas.
Semejante figuración le valió el galardón de Atleta del Año en Venezuela y a partir de entonces se ganó el respeto del mundo de la pelota como reputado bateador.
“Nunca pensé ni en mis sueños más salvajes que iba a pasar a este señor (Ruth) en hits. Me siento ‘chiquitico’, acongojado”, dijo Vizquel cuando sonó su imparable 2.874 para superar a Babe Ruth en la lista de hiteadores de por vida.
En 1993, tras jugar su última zafra con los bucaneros, el torpededor instaló su hegemonía con el primero de los 11 Guates de Oro de su carrera, sólo superado entre los campocortos por Ozzie Smith (13).
La cadena de guantes dorados consecutivos se detuvo en 2001, tras ganar su novena distinción a la excelencia defensiva.
En Cleveland, Vizquel vivió sus mejores años como profesional, con una campaña en la que inclusive peleó el título de bateo (.333 en 1999).
También en la organización de Ohio desarrolló sus habilidades para robar almohadillas y estafó más de 30 bases en cuatro temporadas, con tope de 43 en 1997.
En San Francisco (2005-2008), con los Gigantes y con Barry Bonds como compañero, Vizquel completó dos nuevos Guantes de Oro, fungiendo como parador en corto titular a tiempo completo.
Su salida de San Francisco hacia los Rangers en 2009 dio inicio a la última etapa de Vizquel, esta vez como suplente de infield y una especia de instructor defensivo de jóvenes prospectos en el campocorto.
Hasta su despedida el miércoles en el Rogers Centre.
“Es una manera de reconocer una carrera extraordinaria”, dijo el manager de los Azulejos John Farrel respecto de su decisión de alinear al jugador con tres presentaciones en el Juegos de Estrellas, y de sustituirlo en el noveno inning para que recibiera la ovación de los 19.769 asistentes al encuentro.
“Lo he visto hacer esas cosas por muchos años. Es un gran guante, uno de los mejores de todos los tiempos. Siempre ha sido muy acrobático”, valoró Ron Gardenhire, manager de los Mellizos, con respecto al nativo. “Hace que todo parezca realmente fácil. Despedirlo así, con él inclinando su gorra y los aficionados vitoreándolo ha sido una gran iniciativa”.
“Soy afortunado por haber tenido la compañía de mis padres en toda mi carrera”, reconoció quien jugó su juego 2.709 como campocorto, más que ningún otro colega en la posición en la historia de las Grandes Ligas. “Obviamente necesitas tener una buena familia para alcanzar el éxito”.
A mediados de temporada, Vizquel había asomado la posibilidad de posponer su retirada por un año más.
“Me pondría a pensar si me acerco a los 3.000 hits”, había dicho entonces. Pero asumió que consumiendo menos de 170 turnos por campaña necesitaría más de un año.
En el último juego de Vizquel, sus ex compañeros en Clevelad Carlos Baerga y Roberto Alomar (Salón de la Fama), estuvieron en el público.
También lo acompañó el único venezolano en el templo de los inmortales, Luis Aparicio, además de Andrés Galarraga.
Vizquel prefiere no hablar de sus posibilidades de convertirse en inmortal, pero otros sí valoraron sus posibilidades.
“Estoy feliz y complacido de haber sido parte de esto”, dijo el lanzador de los plumíferos Ricky Romero. Haber lanzado en su despedida y tenerlo jugando detrás es algo que le contaré a mis hijos y nietos.
El también azulejo José Bautista mostró su gusto ante la posibilidad de que Vizquel acompañe a Aparicio en el Salón de la Fama.
Vizquel será elegible para Cooperstown dentro de cinco años. Su legado queda disponible para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario