El periodista de AVN, se aventuró a difamar sobre el trato que se le dio al enviado de La Hojilla en el acto del 23E. Son las cosas que pasan cuando militantes del PSUV se hacen llamar periodistas y usan como arma los micrófonos, los teclados y los medios que pagan su sueldo. El título profesional le queda grande a aquellos que prefieren defender los intereses de la cúpula del poder
Hay una máxima en el periodismo que dice: "ni los periodistas ni los medios de comunicación son la noticia. La noticia siempre será la gente". Al parecer a Orlando Rangel, comunicador social que trabaja en la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) se le olvidó.
En el acto de ayer que realizó la Unidad para celebrar la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, este simpatizante del PSUV publicó en el portal web de AVN que los medios privados Talcual y 2001 se burlaron de la expulsión de Pedro Carvajalino del acto de forma violenta.
En cualquier país serio donde la justicia se cumpla, Orlandito se ganaría una demanda por difamación porque si tan seguro estaba de la información que publicó tenía que saber que las periodistas referidas, incluyendo la de esta empresa, no tenían ni la posibilidad de ver lo que estaba pasando del otro lado del recinto. La distancia y la multitud nunca permitió que las reporteras vieran la forma violenta cómo habrían botado al enviado de La Hojilla del evento.
De igual forma, Orlandito se aventuró a difamar. Son las cosas que pasan cuando militantes del PSUV se hacen llamar periodistas y usan como arma los micrófonos, los teclados y los medios que pagan su sueldo. El título profesional le queda grande a aquellos que prefieren defender los intereses de la cúpula del poder, antes de reivindicar los derechos de la gente, aun atentando contra la imagen de sus colegas, además, con descaradas mentiras.
Fuente: TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario