"Hay Harina en tal sitio, corran", dice la gente hasta por Twitter donde el asunto de indicar existencia de mercancía ya se considera un servicio público. Pero los gringos, esos que tanto desprecian lo criollo, pueden comer tranquilitos sus exóticas "awrepas venezoulanas" con harina PAN... es que hasta se pueden aprender el jingle sin necesidad de traducción
Escasez. Desabastecimiento. Acaparamiento. Especulación. Hambre. Desespero. Todos los días llenar la alacena es un desafío. Son pocos los que hacen mercado "completo" cuando van a un comercio. La costumbre dicta que se va comprando a medida que van apareciendo los productos.
"Hay Harina en tal sitio, corran", dice la gente hasta por Twitter donde el asunto de indicar existencia de mercancía ya se considera un servicio público. Pero los gringos, esos que tanto desprecian lo criollo, pueden comer tranquilitos sus exóticas "awrepas venezoulanas" con harina PAN, PAN PAN... es que hasta se pueden aprender el jingle sin necesidad de traducción.
Claro, el venezolano también puede hacerlo porque el producto se vende hasta por Amazon, donde la compra limitada a 400 dólares de cupo electrónico Cadivi permitiría adquirir 44 pedidos de harina de la Polar, en cómodos empaques de tres paquetes. Allá comen con sabor venezolano. Aquí nos comemos un cable.
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