TRADUCCIÓN MARYFLOR SUÁREZ R. | EL UNIVERSAL
Es poco probable que Estados Unidos asuma una postura más agresiva hacia Venezuela, incluso si Nicolás Maduro endurece su discurso a raíz de su estrecha victoria, dijo Roberta Jacobson, Secretaria de Estado Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Haciéndose eco de las acusaciones que lanzaba frecuentemente su mentor político, el fallecido presidente Hugo Chávez, Maduro acusó a Estados Unidos de tratar de despojarlo del poder brindándole respaldo a los pedidos de la oposición, que ha solicitado un recuento de los votos de las elecciones del 14 abril, que Maduro ganó por unos 270.000 sufragios. Maduro comparó la política del presidente Barack Obama hacia Venezuela con el apoyo estadounidense al derrocamiento de Salvador Allende en Chile en 1973.
En el fondo del enfoque que Jacobson denomina "poner la otra mejilla" hay fuertes lazos comerciales -Venezuela fue el cuarto proveedor de petróleo a EEUU el año pasado- y un sentido de realismo político.
Eso significa que aunque EEUU manifieste su decepción acerca de la imparcialidad de las elecciones y la falta de un recuento, ello no debería propiciar un mayor deterioro de las relaciones, destacó Jacobson. Si bien Rusia, China y la mayor parte de América Latina han felicitado a Maduro por su triunfo, EEUU y la Unión Europea se han abstenido de expresar su respaldo y siguen procurando que se efectúe un recuento de votos en respuesta a las denuncias sobre irregularidades que ha formulado la oposición.
Juramentación apresurada
Según Jacobson, Washington seguirá creyendo que el manejo de los resultados de los comicios representa un "juicio apresurado" que no ayudará a Venezuela a superar las divisiones políticas.
Sin embargo, la diplomática señaló que no abriga muchas esperanzas de que las relaciones mejoren tampoco, incluso después de lo que describió como la respuesta favorable de Maduro al acercamiento de EEUU hace unos meses.
El primer encuentro de Jacobson con Maduro, en la Cumbre de las Américas celebrada en abril de 2012 en Colombia, también se caracterizó por la confrontación. En una sesión de negociaciones privada a la que asistieron ministros de Relaciones Exteriores, Jacobson dijo haber sido sometida a una "arenga muy, muy larga" de Maduro, en la que este acusó a EEUU de imperialismo y de hacer morir de hambre a Cuba con su embargo comercial.
"Es muy difícil interpretar estas señales", sostuvo Jacobson. "Cada vez que llegamos al punto de trabajar en cosas de fondo, terminamos dando pasos hacia atrás, toda vez que se nos acusa de todo".
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