KEILYN ITRIAGO / JUAN PABLO AROCHA/TalCualDigital
María Mercedes Aranguren sabía que ayer sería su última oportunidad de hablar como diputada ante la plenaria del Parlamento, justo antes que la mayoría del PSUV le arrebata la inmunidad para abrirle campo al juicio por presunta corrupción que se sigue en su contra.
Aprovechó los cinco minutos de voz que le otorgaron, no en defenderse de su causa porque dijo que el tiempo era insuficiente, sino para descargarse contra quienes hasta el 5 de febrero de 2012 fueron sus compañeros de militancia: "Nada más despreciable que tener el respeto de la gente a punta de miedo".
La fecha de febrero viene al caso porque en ese entonces ella, junto a otros colegas de Monagas, dejaron su militancia en el PSUV en solidaridad con el exgobernador José Gregorio Gato Briceño, a quien expulsaron del chavismo tras diferencias internas.
"Recapaciten. No sean tan obvios. Mi allanamiento es una urgencia descarada. Tuvieron cinco años, con mi postulación como diputada por el medio, ¿Por qué no me denunciaron antes?", protestó, pues dijo que las denuncias en su contra estuvieron engavetadas en la Comisión de Contraloría del Parlamento desde 2008.
En la presentación que hizo ayer el diputado Pedro Carreño, como jefe de la instancia de Contraloría, afirmó que Aranguren está vinculada a ocho casos de irregularidades en la gobernación de Monagas, donde siendo funcionaria de la entidad se habría beneficiado por el otorgamiento de contratos sin licitaciones. En total, involucraría un costo de más de 29 millardos de bolívares.
La acusan de incurrir en los delitos de peculado doloso propio, asociación para delinquir y legitimación de capitales.
AGENTE 99
"Aquí no se le están violando los derechos a nadie. No la estamos juzgando. Estamos cumpliendo un trámite", expresó el diputado Jesús Montilla al defender la actuación del chavismo. Sin embargo, el bloque opositor recordó que con la salida de Aranguren suman el voto 99 necesario para aprobar la petición de Ley Habilitante solicitada por el presidente Nicolás Maduro.
"Qué más se puede pensardel caso, si una Sala Plena del TSJ se reúne extraordinariamente para tratar un caso que tiene cinco años", dijo la diputada de Monagas Para la diputada María Corina Machado lo que ocurrió ayer con Aranguren es un atropello no sólo a la institución de la inmunidad parlamentaria sino también a la representación de la soberanía popular.
Catalogó como "bochornosa" la estrategia que ha usado el oficialismo parra aprobar la Ley Habilitante. "Intentaron corromper a un diputado a los efectos de obtener el voto necesario y al no lograrlo optaron a la corrupción a la justicia".
Machado aseguró que lo ocurrido fue un triunfo ético de los diputados de la Unidad que no cedieron a todas las presiones, chantajes y extorsiones.
A su juicio lo que viene con la aprobación de los poderes especiales para el Presidente es muy grave. "Pensábamos que era para el control y la represión, pero va más allá. La Ley Habilitante es para el saqueo. Tenemos un Gobierno que ha saqueado las reservas nacionales, petroleras, las minas venezolanas, las empresas básicas, nuestra cultura y nuestra historia. Y ahora quiere saquear el alma de los venezolanos llegando a una fase del pueblo contra el pueblo".
Machado recordó que los diputados de la oposición solicitaron al TSJ que difiriera la investigación de Aranguren hasta tanto se discutiera en el Legislativo lo relativo a la Habilitante, pero la petición no fue tomada en cuenta.
En su opinión Aranguren debería permanecer en el cargo hasta tanto exista una sentencia definitivamente firme, bajo el criterio de presunción de inocencia.
PASE DE FACTURA
La bancada del chavismo fue cuidadosa en no referirse a la Habilitante. Mantuvo su discurso apegado a la supuesta corrupción. "La inmunidad no exime delitos, no cubre de evasión de impuestos ni ninguno de los otros delitos", dijo el diputado Andrés Eloy Méndez.
El caso se zanjó sin mayores contratiempos, en apenas dos horas de debate, tras lo que la diputada Aranguren debió abandonar el Hemiciclo.
El suplente Carlos Flores, sobre quien no existen registros fotográficos públicos, no apareció. Su debut será en la próxima sesión, en la que deberá juramentarse. Por ahora, dijo su colega disidente Jesús Domínguez, permanece desde hace 20 días custodiado militarmente en Caracas para protegerlo.
Aranguren advirtió al PSUV: "Mi suplente, les digo, ni es revolucionario, ni practica, ni mucho menos predica. Tendrán el voto 99, pero no tendrán un militante comprometido con lo que ustedes creen". Lamentó que muchos de sus excompañeros del partido de Gobierno no la apoyaran porque, dijo, que "tienen pánico de que les pase lo que me está pasando a mi. Como el 30% de los que están sentados allí se ven en mi espejo".
Domínguez también recordó que Aranguren se convierte en el segundo diputado de la oposición que pierde la curul este año, el primero fue Richard Mardo. "Cumplieron con el encargo de Nicolás Maduro. El suplente entrará aquí con la cabeza baja". La lista podría aumentar a tres, todavía está sobre la bancada de la MUD el proceso contra Juan Carlos Caldera.
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