El apagón del martes en la noche tuvo, otra vez, una gran repercusión porque Caracas también resultó afectada. La reacción de los dirigentes gubernamentales fue copia de las anteriores: la falla había sido provocada por la oposición
SIMÓN BOCANEGRA/TalCualDigital
El apagón del martes en la noche tuvo, otra vez, una gran repercusión porque Caracas también resultó afectada. En el interior del país las fallas del sistema eléctrico son algo normal, forman parte del paisaje y pareciera que muchos de quienes allí residen están acostumbrados a ellas, aunque a veces provocan protestas.
La reacción de los dirigentes gubernamentales fue copia de las anteriores: la falla había sido provocada por la oposición. Nicolás Maduro llevó la voz cantante en la matera y su versión fue repetida por su compañero de Gobierno el teniente Diosdado Cabello.
La acusación fue lanzada con la irresponsabilidad que los caracteriza. La investigación no se había iniciado, pero estos dos irresponsables ya sabían las causas y acusaban a los sectores democráticos de ser los que provocaron la falla.
La verdad es que después del 4 de febrero de 1992, el chavismo primero y el madurismo después no han asumido ninguna responsabilidad por sus errores. Siempre hay alguien a quien echarle el carro, como se decía antes. Hasta una pobre iguana fue señalada en una oportunidad de ser la causante de un apagón.
Lo que ocurre es consecuencia de la pésima gestión que han llevado adelante en las empresas del sector eléctrico. Los apagones dan luz sobre sus causas reales.
Las inversiones anunciadas en dicho sistema son de varias decenas de millones de dólares, pero o no se hicieron o una parte de ese dinero no llegó a donde debía. Definitivamente se les apagaron las excusas.
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