DARÍO PRIETO/Barcelona/El Mundo
Nacida en Venezuela, con raíces vascas y acento de Barcelona, esta joven de 20 años es la gran promesa del tenis español después de vencer en Roland Garros a Serena Williams. Bueno, para eso habrá que ver si, finalmente, escoge representar a nuestro país.
¿Qué se siente al ganar a la número 1 del mundo?
Fua. Difícil de explicar. Muchas emociones, porque ella es mi ídolo desde que era pequeña. Es la número uno más la chica que he estado viendo en la televisión desde que juego al tenis. Cuando entré en la pista no pensé que iba a ser tan fácil. Y cuando salí me preguntaba: ¿es real esto que ha pasado?
¿Cuándo cogió su primera raqueta?
Si te digo que empecé a los dos años... Tengo dos hermanos que son 11 y 10 años mayores que yo. Iban al club de tenis y yo estaba todo el día allí, viéndolos jugar.
¿Le queda algo del ritmo tropical de Venezuela?
Pues me identifico mucho con la gente de allí. En gustos generales, en música, en la comida...
Y de vasca, ¿hay algo?
La mala hostia que tengo [ríe a carcajadas]. No, bueno, muy poquito. Mi padre es vasco-vasco. Pero yo estoy muy dividida entre todo el mundo, siempre del avión a la pista de tenis. Alguna cosilla tengo, no sé cuál, pero alguna.
¿A qué país va a representar internacionalmente, España o Venezuela?
Lo decidiré cuando acabe la temporada, como en septiembre o así. Enemigos me voy a crear, tome la decisión que tome. Pero al final el tenis está en todos lados y yo soy una ciudadana del mundo.
¿Preferiría no tener que escoger?
No. Me gustaría tener un país detrás, sentir el apoyo y tener esa motivación por tener que representar a alguien. A veces es un poco incómodo, porque la gente quiere saber y, como es un tema delicado, puede resultar agobiante. Pero agradezco mucho a las dos federaciones que me respeten y que me den esa oportunidad de tomarme mi tiempo.
Y, llegado el caso, ¿le gustaría jugar por Cataluña o el País Vasco?
Uy, a tanto no he llegado. De momento voy por el continente [risas].
¿Cómo se ve el tenis desde el 1,82?
Me encanta la altura que tengo y me va bien para este deporte, aunque a veces me gustaría ser incluso más alta. Tengo los brazos muy largos, abarco mucha pista, cubro mucho los ángulos y genero mucha fuerza con menos esfuerzo.
¿Y la vida de a pie?
Pues en teoría no puedo ponerme tacones. Sería un drama: la gente iría mirándome en plan: «Pero dónde va esta loca». Aunque he de confesar que... a veces sí que me los pongo [sonríe, pizpireta].
¿Es cierto que los tenistas tienen la cabeza mejor amueblada?
Al ser un deporte tan individual, te hace madurar muy deprisa y coger responsabilidad enseguida para soportarlo psicológicamente.
¿Hay que trabajar el coco tanto como el cuerpo?
Viajar desde que tienes 14 años, no ver nunca a tu familia, tener tanta presión, estar tú sola en una pista delante de 4.000 personas, jugarte tantas cosas... Todo eso hace que acabes como una roca.
Hablando del cuerpo, ¿cómo lleva lo de ser deseada?
Si tienes una buena imagen, mejor que mejor. Tampoco hago mucho caso. No sé qué decir ante eso. Sólo: Gracias [timidilla].
¿Cree que el deporte, y el tenis, en particular, está sexualizado?
Con el tiempo ha mejorado, porque veo fotos de antes de chicas jugando con faldas por aquí... [señala el bajo vientre]. Pero a veces lo de la ropa es porque es más cómodo: cuanto más ceñido y apretadito todo, mejor para el movimiento. Las mangas, por ejemplo, son incómodas.
¿Nadal, Federer o Djokovic?
Federer. Es un clásico.
¿Y de guapo?
Pues no sé. Ay, a mí me gustaba mucho Safin. Su personalidad era un poco salvaje, pero me parecía atractivo.
¿Siente que ha perdido su infancia?
Hay algún momento en que piensas que te gustaría ser una chica normal. Pero es sólo un momento en el que sufres. Porque en el fondo no lo quieres: ves lo que una chica normal vive y ves lo que vives tú y no lo cambias.
¿Y su vida sentimental?
Es un tema complicado y difícil de llevar. En la adolescencia, ya se sabe, te gusta éste o ése o aquél. Pero son sacrificios que tienes que hacer. Es seguro que el amor me va a desconcentrar; no existe la opción de que no lo haga. Otra cosa es que estés dispuesta a ello porque te compense.
Es un gran sacrificio.
Puedes elegir aplazarlo unos años. ¿Cuánto dura una carrera tenística? Hasta aquí. Bueno, pues hago un esfuerzo y espero.
¿Es buen momento para ser tenista en España?
En chicos es una época de oro. Hay que aprovechar esta calidad e intentar ponerte como ellos.
¿Cómo es ganar dinero mientras la gente de su edad malvive?
Tengo la suerte de hacer un deporte de los mejor compensados económicamente. Y, al mismo tiempo, son tiempos difíciles, sobre todo si eres alguien joven que quiere empezar en el mundo laboral. Pero eso me hace pensar que tengo que esforzarme cada día más y que soy una privilegiada. Es mi momento, lo tengo en mi mano, tengo que cogerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario