Sí pero no, tal vez, puede ser, pero no es seguro. Así se puede definir la administración de Nicolás Maduro: para adelante y para atrás. Durante más de un mes se ha suscitado todo un debate en el país por la venta de la Citgo
SEBASTIÁN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Sí pero no, tal vez, puede ser, pero no es seguro. Así se puede definir la administración de Nicolás Maduro: para adelante y para atrás. Durante más de un mes se ha suscitado todo un debate en el país por la venta de la Citgo.
Unos señalaban que era una privatización parcial de Pdvsa. Otros que era un mal negocio vender esa empresa, pero desde el chavismo hubo quienes aseguraron que siempre fue un mal negocio para el país. Se habló de cifras, de interesados en alguna de las refinerías, pero no en todas. De montos en miles de millones de dólares, con los cuales afrontar el pago de deudas pendientes.
Todo esta expectativa, todo este debate, parece que no tuvo nunca mucho sentido. Aunque a decir verdad, tampoco quedó claro si la intención de Maduro es no vender la referida empresa. No lo dijo explícitamente, solo señaló que había que fortalecer la presencia de Venezuela en ella.
¿Fortalecer? Se supone que es una empresa venezolana, propiedad estatal, administrada por un gobierno que presume de su nacionalismo, por lo que se espera que la presencia nacional sea fuerte.
Tal vez también fue la emoción del momento. Ver a ese grupo de ciudadanos gringos que se benefician de un programa que se le ocurrió al difundo "eterno" le aguó el guarapo al Presidente y decidió que no iba a vender Citgo. Todo es posible en este Gobierno. Se dejó llevar por el momento y dijo algo que no estaba en el guión.
O lo que nunca estuvo previsto, en realidad, fue vender la empresa. Quién sabe. El tiempo lo dirá. No se extrañen que regrese a Venezuela y afirme que nunca dijo lo que dijo, sino todo lo contrario. Todo es posible.
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