YOSSELYN TORRES/TALCUALDIGITAL
La Mesa de la Unidad Democrática vive una de sus peores crisis. La derrota en las municipales del 8 de diciembre atomizó la plataforma. El acelerado avance de la radicalización de la revolución, encabezada por el presidente Nicolás Maduro, hizo prender las alarmas.
Pero la grave situación de la economía sirvió de detonante para que muchos opositores acompañaran La Salida, mezclándose con la protesta estudiantil que se inició en Táchira el pasado 4 de febrero.
En los primeros días de las protestas Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática fueron precavidos, no quisieron fijar una posición sobre el tema. Se dedicaron a defender los derechos humanos y criticar el proceder de la fuerza del orden. Después de más de 40 muertos y el aplacamiento de las manifestaciones, se alzaron las voces disidentes.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, expresó su opinión. Dijo que La Salida de Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma fracasó. A él le siguieron el neotempista Gerardo Blyde y el adeco Henry Ramos Allup, quienes se desmarcaron de las posturas "radicales".
Luego de esas declaraciones se vino una oleada de críticas, un `todos contra todos’. Ahora quieren apagar las llamas y cerrar heridas. El presidente de Copei, Roberto Enríquez, encabeza el grupo que se encargará de recomponer las relaciones de los opositores "fijándonos más en lo que coincidimos".
El alcalde metropolitano Antonio Ledezma también quiere fungir como mediador. De Primero Justicia y Voluntad Popular salen las declaraciones más estridentes. Los aurinegros llaman inmaduros a los anaranjados y los voluntariosos manifiestan que los justicieros son miedosos.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Mesa, Ramón Guillermo Aveledo, asegura que ese grupo se mantendrá. Descarta la disolución. Ledezma manifestó el miércoles pasado que no le darán el gusto al oficialismo de ver destruida la Unidad.
LOS SALIDISTAS
Voluntad Popular, Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo, Proyecto Venezuela y Bandera Roja tienen más semejanzas que diferencias. Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma impulsaron La Salida el 23 de enero pasado. Henrique Salas Römer y Gabriel Puerta Aponte respaldaron ese movimiento. Ninguno fue a sentarse con Nicolás Maduro. Que el oficialismo no respetara las exigencias de los opositores, como la libertad del comisario Iván Simonovis, hizo que los salidistas defendieran sus argumentos.
Pero con el descenso de las protestas debieron apelar a otra estrategia: la Constituyente. Pero ese plan no recibe el acompañamiento de Proyecto Venezuela y Alianza Bravo Pueblo. Ledezma cree que es hora de amalgamar los planteamientos de la oposición, no ve en la reforma de la Carta Magna la solución.
A los problemas internos por las divergencias en cómo ven al país se suman las polémicas declaraciones de Ramón José Medina, secretario adjunto de la MUD, quien bromeó sobre el presidio de López. Voluntad Popular ya había pedido la remoción de Ramón Guillermo Aveledo y su adjunto por "falta de equilibrio", y la actuación de Medina fue aprovechada para rearfirmar esa solicitud.
LOS VAIVENES
Copei y La Causa R son toldas que apoyan las ideas de ambos bloques, según sus conveniencias. Un poco antes del diálogo del 10 de abril en Miraflores, el socialcristiano Roberto Enríquez y el causaerrista Andrés Velásquez, no estaban muy convencidos en ir a verle la cara a Nicolás Maduro, pero sorpresivamente, a última hora, decidieron que sí lo harían. Fueron a defender a los presos políticos, eso los movió, dijeron luego.
Sin embargo, son muy críticos cuando les toca opinar sobre el funcionamiento de la Mesa de la Unidad. El presidente de Copei considera que se debe ampliar la plataforma de partidos, por eso acompaña la proposición de María Corina Machado de instalar el Congreso Popular Ciudadano. Eso no significa que respalde la Constituyente.
Prefiere pensar en las elecciones parlamentarias o en un referendo revocatorio contra Maduro, cuando cumpla la mitad de su mandato. La Causa R dice que la Constituyente no aporta nada al país, porque "hay problemas más serios". No obstante, no quieren desanimar a los movimientos que están promoviéndola. Se inclinan por la solicitud de Antonio Ledezma de armar una agenda conjunta.
EN VOTOS
La MUD es una organización política que reúne a una serie de partidos políticos y movimientos ciudadanos opositores al chavismo. A partir de las elecciones regionales de 2008 ha tomado más fuerza en el país hasta colocarse como segunda fuerza política más votada, superada sólo por el PSUV.
En las últimas elecciones que ha participado, las de alcaldes en diciembre de 2013, logró 77 alcaldías y en las presidenciales de abril de 2013 su candidato, Henrique Capriles Radonski, logró un 49,12% superado por Nicolás Maduro. En ese momento la oposición no reconoció su triunfo.
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