Por: VenEconomía 31may10
El Mercado de Capitales de Venezuela era hasta hace poco un mercado no tan grande pero en crecimiento, bastante dinámico y una válida alternativa para el ahorro de los venezolanos.
Sin embargo esta realidad cambió para mal debido a que el Gobierno, con toda su intención castrocomunista, ha venido reduciendo y sacudiendo el campo de acción de este mercado en un inestable vaivén.
Primero, con la estatización o nacionalización de empresas emblemáticas que se cotizaban en la Bolsa, como la Electricidad de Caracas, CANTV, Banco de Venezuela, las papeleras, las cementeras, y otras más. Hoy ninguna de ellas sirve como vehículo de ahorro de los venezolanos.
El Mercado de Capitales también ofreció a través de ofertas públicas, mutuos y otras fórmulas, opciones de inversión y ahorro para los venezolanos, así como vías alternas para financiar operaciones de las empresas.
Más recientemente, desde el propio Gobierno, y con participación activa de "sus" inversionistas boliburgueses, el mercado de capitales cobró nueva vida con la aparición del Mercado Permuta.
Este mercado fue avalado e incentivado por el Ejecutivo Nacional mediante la emisión de los bonos de PDVSA y otros instrumentos que se denominaban en dólares y se vendían contra pago en bolívares. Estas operaciones resultaron ser un pingüe negocio para los operadores. No sólo para las casas de Bolsa establecidas desde hace muchos años, sino también para unas 70 a 90 casas de Bolsa nuevas, muchas de ellas que emergieron de las filas del chavismo.
Esto sumado a la grave inacción por parte de la Comisión Nacional de Valores en cuanto a la aplicación de los controles que exige la Ley del Mercado de Capitales, habría dado pie a manejos poco transparentes en el mercado permuta incluso supuestamente para operaciones ilícitas, en torno a la colocación de los bonos del Gobierno.
Así el Gobierno viéndose arropado por la incompetencia, la imposibilidad de seguir financiando las ingentes operaciones del Mercado Permuta, y la corrupción galopante, comenzó a cometer garrafales errores:
1) Eliminar los Mutuos y con ello, una de las pocas opciones de ahorro en bolívares que permitía a los pequeños y medianos inversionistas salvaguardar su patrimonio de la inflación, al obtener una mayor rentabilidad que la que eventualmente le daría una institución bancaria.
2) Prohibir que las casas de Bolsa participen en el mercado de divisas, y darle al Banco Central el control de la organización y manejo de un mecanismo similar al permuta, donde los precios, volúmenes y participantes los determinará el BCV.
3) Allanar o intervenir indiscriminadamente a las casas de Bolsa, y detener y enjuiciar a sus directivos y gerentes a priori sin hacer distinción alguna de quién está o no violando la ley.
Como ya es usanza del Ejecutivo Nacional en su forma de aplicar correctivos a sus políticas erróneas, otra vez ha optado por aplicar su política de "tierra arrasada", no sólo castigando a justos por pecadores sino destruyendo el Mercado de Capitales venezolano.
Sin embargo esta realidad cambió para mal debido a que el Gobierno, con toda su intención castrocomunista, ha venido reduciendo y sacudiendo el campo de acción de este mercado en un inestable vaivén.
Primero, con la estatización o nacionalización de empresas emblemáticas que se cotizaban en la Bolsa, como la Electricidad de Caracas, CANTV, Banco de Venezuela, las papeleras, las cementeras, y otras más. Hoy ninguna de ellas sirve como vehículo de ahorro de los venezolanos.
El Mercado de Capitales también ofreció a través de ofertas públicas, mutuos y otras fórmulas, opciones de inversión y ahorro para los venezolanos, así como vías alternas para financiar operaciones de las empresas.
Más recientemente, desde el propio Gobierno, y con participación activa de "sus" inversionistas boliburgueses, el mercado de capitales cobró nueva vida con la aparición del Mercado Permuta.
Este mercado fue avalado e incentivado por el Ejecutivo Nacional mediante la emisión de los bonos de PDVSA y otros instrumentos que se denominaban en dólares y se vendían contra pago en bolívares. Estas operaciones resultaron ser un pingüe negocio para los operadores. No sólo para las casas de Bolsa establecidas desde hace muchos años, sino también para unas 70 a 90 casas de Bolsa nuevas, muchas de ellas que emergieron de las filas del chavismo.
Esto sumado a la grave inacción por parte de la Comisión Nacional de Valores en cuanto a la aplicación de los controles que exige la Ley del Mercado de Capitales, habría dado pie a manejos poco transparentes en el mercado permuta incluso supuestamente para operaciones ilícitas, en torno a la colocación de los bonos del Gobierno.
Así el Gobierno viéndose arropado por la incompetencia, la imposibilidad de seguir financiando las ingentes operaciones del Mercado Permuta, y la corrupción galopante, comenzó a cometer garrafales errores:
1) Eliminar los Mutuos y con ello, una de las pocas opciones de ahorro en bolívares que permitía a los pequeños y medianos inversionistas salvaguardar su patrimonio de la inflación, al obtener una mayor rentabilidad que la que eventualmente le daría una institución bancaria.
2) Prohibir que las casas de Bolsa participen en el mercado de divisas, y darle al Banco Central el control de la organización y manejo de un mecanismo similar al permuta, donde los precios, volúmenes y participantes los determinará el BCV.
3) Allanar o intervenir indiscriminadamente a las casas de Bolsa, y detener y enjuiciar a sus directivos y gerentes a priori sin hacer distinción alguna de quién está o no violando la ley.
Como ya es usanza del Ejecutivo Nacional en su forma de aplicar correctivos a sus políticas erróneas, otra vez ha optado por aplicar su política de "tierra arrasada", no sólo castigando a justos por pecadores sino destruyendo el Mercado de Capitales venezolano.
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