La gobernación de Antioquia (noroeste de Colombia) descartó este miércoles cualquier posibilidad de encontrar sobrevivientes tras el derrumbe que dejó sepultadas a entre 20 y 30 personas en una carretera de este departamento el lunes en la tarde.
"Ya no hay ninguna esperanza, son toneladas de piedra sobre esta gente", declaró a la AFP el portavoz de esta gobernación Jorge Humberto Moreno Salazar.
"Han pasado muchas horas. Ya no hay posibilidades de encontrar a nadie vivo", insistió.
Según el funcionario, las labores de búsqueda en el sitio conocido como Manglar, a unas tres horas por carretera al oeste de Medellín (capital de Antioquia), empezaron de nuevo este miércoles a las seis de la mañana.
"Desde Medellín (400 km al noroeste de Bogotá) trasladaron anoche mas personal y perros (...) tenemos ahora unos 200 rescatistas", dijo.
"El terreno es muy inestable en la parte superior del derrumbe: al lado izquierdo hay unas grietas de un metro de ancho y si sigue lloviendo el agua puede penetrar, hacer presión y desencadenar una nueva avalancha", explicó, tras señalar que por esa razón se debe actuar con "prudencia", para evitar una "nueva tragedia" que pondría en peligro la vida de los socorristas.
Las autoridades manejan una cifra preliminar de víctimas de entre 20 y 30 personas, basadas en testimonios, aunque hasta la fecha sólo se habrían manifestado unas doce familias reclamando los cuerpos de sus allegados.
El derrumbe ocurrió el lunes alrededor de las 15h00 horas locales (20h00 GMT) en una carretera que conduce hacia el mar, en Urabá, cuando alrededor de 20 personas pasaban de un autobús a otro vehículo. El alud derribó además seis viviendas.
Un policía de carreteras que intentaba ayudar a una mujer quedó atrapado. Entre las víctimas también habría un niño de unos 12 años de edad, del que se desconoce el paradero desde el lunes, según Moreno.
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