Moscú /DPA- Un pasajero borracho pidió a gritos que le abrieran la puerta de un avión ruso que volaba a 10.000 metros de altura, al creer que estaba viajando en autobús.
En el forcejeo con los miembros de la tripulación, el pasajero de 38 años se fracturó un brazo y una azafata sufrió una conmoción cerebral tras recibir un golpe con una botella.
En el forcejeo con los miembros de la tripulación, el pasajero de 38 años se fracturó un brazo y una azafata sufrió una conmoción cerebral tras recibir un golpe con una botella.
El avión volaba de Crimea, en Ucrania, a la localidad rusa de Yekaterimburgo. Un portavoz de policía de esta ciudad confirmó que el hombre fue detenido, informó la agencia Interfax.
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