Luego de los medios de prueba presentados por el Ministerio Público, fue condenado a 20 años de prisión el psiquiatra Edmundo Chirinos, por el homicidio de la estudiante de Comunicación Social, Roxana Vargas, quien desapareció el 12 de julio de 2008 y fue hallada 2 días después sin vida, en el sector Parque Caiza, en la carretera Petare-Guarenas.
Durante 6 meses de audiencias de juicio (comenzó el 16 de marzo), los fiscales 48° nacional y 50° del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Zair Mundaray y Pedro Montes, respectivamente, presentaron entre 70 y 80 órganos de prueba contra el ex rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por incurrir en el delito de homicidio intencional, en concordancia con el artículo 65 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.
Las audiencias se realizaron ante el Tribunal 5° de Juicio del AMC, instancia que acogió todos y cada uno de los medios de prueba expuestos por el Ministerio Público, por lo que procedió a condenarlo a la cantidad de años antes mencionada, pena que cumplirá en el Internado Judicial de Yare III, en el estado Miranda.
Cabe resaltar que el Tribunal igualmente acordó inhabilitar a Chirinos para el ejercicio profesional de la psiquiatría por el tiempo que cumpla la pena impuesta.
De acuerdo con la investigación, el día en que desapareció Vargas, quien era estudiante de Comunicación Social en la Universidad Católica Santa Rosa, el psiquiatra realizó 6 llamadas a la joven, prueba que junto con el testimonio de los familiares ayudó a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a determinar que el principal sospechoso del homicidio era el ex rector de la UCV.
Las dudas se terminaron de disipar cuando realizaron un allanamiento al consultorio del psiquiatra, donde después de realizar varias pruebas de luminol, localizaron rastros de sangre en la pared; en la alfombra, en la cual se determinó que la víctima fue arrastrada 3 metros, 20 centímetros; así como en el diván, sitio en el que fue encontrado uno de los zarcillos de la víctima.
Después de realizar el análisis de ADN, se llegó a la conclusión de que la sangre localizada en el consultorio, pertenecía a Vargas.
Sin embargo, una de las pruebas que terminó de arrojar resultados
esclarecedores en este caso, fueron las obtenidas en un allanamiento realizado a la residencia de Chirinos, donde localizaron 1.200 fotos de pacientes mujeres desnudas, mientras el psiquiatra abusaba de ellas, valiéndose de sedantes.
Otro de los elementos determinantes para establecer la responsabilidad de Chirinos, fueron las notas que tenía en su blog personal la estudiante, quien en un mensaje enviado a través de esa vía, advertía a las personas no acudir a las citas médicas con el psiquiatra, pues abusaba sexualmente de sus pacientes.
La publicación de ese texto fue lo que hizo estallar en cólera al psiquiatra razón por la cual discutió con la estudiante.
Roxana Vargas llegó a Chirinos para tratarse una depresión por un
trastorno Borderline (trastorno de personalidad), y de paciente pasó a ser víctima después de que abusó sexualmente de ella, aprovechándose de su estado mental.
Durante las audiencias de juicio, el ex rector de la UCV (quien también fue candidato presidencial en 1988) negó ser responsable del delito por el cual iba a ser condenado, por lo que reiteró en varias oportunidades que la sangre, el zarcillo y las fotografías encontradas por los funcionarios en los allanamientos, se las sembraron.
Durante 6 meses de audiencias de juicio (comenzó el 16 de marzo), los fiscales 48° nacional y 50° del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Zair Mundaray y Pedro Montes, respectivamente, presentaron entre 70 y 80 órganos de prueba contra el ex rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por incurrir en el delito de homicidio intencional, en concordancia con el artículo 65 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.
Las audiencias se realizaron ante el Tribunal 5° de Juicio del AMC, instancia que acogió todos y cada uno de los medios de prueba expuestos por el Ministerio Público, por lo que procedió a condenarlo a la cantidad de años antes mencionada, pena que cumplirá en el Internado Judicial de Yare III, en el estado Miranda.
Cabe resaltar que el Tribunal igualmente acordó inhabilitar a Chirinos para el ejercicio profesional de la psiquiatría por el tiempo que cumpla la pena impuesta.
De acuerdo con la investigación, el día en que desapareció Vargas, quien era estudiante de Comunicación Social en la Universidad Católica Santa Rosa, el psiquiatra realizó 6 llamadas a la joven, prueba que junto con el testimonio de los familiares ayudó a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a determinar que el principal sospechoso del homicidio era el ex rector de la UCV.
Las dudas se terminaron de disipar cuando realizaron un allanamiento al consultorio del psiquiatra, donde después de realizar varias pruebas de luminol, localizaron rastros de sangre en la pared; en la alfombra, en la cual se determinó que la víctima fue arrastrada 3 metros, 20 centímetros; así como en el diván, sitio en el que fue encontrado uno de los zarcillos de la víctima.
Después de realizar el análisis de ADN, se llegó a la conclusión de que la sangre localizada en el consultorio, pertenecía a Vargas.
Sin embargo, una de las pruebas que terminó de arrojar resultados
esclarecedores en este caso, fueron las obtenidas en un allanamiento realizado a la residencia de Chirinos, donde localizaron 1.200 fotos de pacientes mujeres desnudas, mientras el psiquiatra abusaba de ellas, valiéndose de sedantes.
Otro de los elementos determinantes para establecer la responsabilidad de Chirinos, fueron las notas que tenía en su blog personal la estudiante, quien en un mensaje enviado a través de esa vía, advertía a las personas no acudir a las citas médicas con el psiquiatra, pues abusaba sexualmente de sus pacientes.
La publicación de ese texto fue lo que hizo estallar en cólera al psiquiatra razón por la cual discutió con la estudiante.
Roxana Vargas llegó a Chirinos para tratarse una depresión por un
trastorno Borderline (trastorno de personalidad), y de paciente pasó a ser víctima después de que abusó sexualmente de ella, aprovechándose de su estado mental.
Durante las audiencias de juicio, el ex rector de la UCV (quien también fue candidato presidencial en 1988) negó ser responsable del delito por el cual iba a ser condenado, por lo que reiteró en varias oportunidades que la sangre, el zarcillo y las fotografías encontradas por los funcionarios en los allanamientos, se las sembraron.
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