En diciembre de 2007, con el pellejo ardido por la derrota en el referéndum constitucional, Chacumbele, en cadena de radio y televisión, en horario para todo público, calificó de "victoria de mierda" el triunfo de la oposición
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Lo que son las cosas de la vida. Anuncian que un ciudadano llamado Miguel Ángel Hernández, margariteño, va a ser llevado a juicio por supuestas "ofensas al Jefe del Estado".
La supuesta ofensa consistiría en haber portado una franela con una frase que decía, más o menos, que este gobierno es una mierda. La verdad es que en ningún país democrático ese hecho constituiría motivo de juicio penal. Es sencillamente ejercicio de la libertad de expresión.
Pero, llevar ante los tribunales al ñero Hernández, más que un acto de abuso de poder lo es de cinismo y desvergüenza, por parte del gobierno de esta tierra de gracia.
Porque ocurre que en diciembre de 2007, con el pellejo ardido por la derrota en el referéndum constitucional, Chacumbele, en horario estelar, ante todo público, en cadena de radio y televisión, calificó de "victoria de mierda" el triunfo de la oposición y de "periodista de mierda" al colega de El Nacional que reveló que habrían sido presiones militares las que llevaron a ese rey del buen decir a reconocer su derrota.
No hubo juez o funcionario público alguno que reclamara tan grosero y vulgar lenguaje en el "Jefe del Estado" (comillas nada casuales). Todo lo contrario. Los jalabolas de todos los pelajes celebraron la ocurrencia del capo.
¿Cuál sería pues, la autoridad moral de que se creen investidos los acusadores del margariteño para someterlo a juicio? Lo suyo es un pecadillo venial al lado de la brutal expresión de Chacumbele, que insultó al medio país que había votado contra su proposición y además insultó, con el coraje que lo caracteriza, a un periodista que, desde luego, no tenía la más mínima posibilidad de replicarle.
Lo que es igual no es trampa. Si no enjuiciaron a Chacumbele, no pueden hacerlo con Miguel Ángel Hernández. Pero ya se sabe que esta gente es de la que roba a un ciego y le rompe el platillo en la cabeza.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Lo que son las cosas de la vida. Anuncian que un ciudadano llamado Miguel Ángel Hernández, margariteño, va a ser llevado a juicio por supuestas "ofensas al Jefe del Estado".
La supuesta ofensa consistiría en haber portado una franela con una frase que decía, más o menos, que este gobierno es una mierda. La verdad es que en ningún país democrático ese hecho constituiría motivo de juicio penal. Es sencillamente ejercicio de la libertad de expresión.
Pero, llevar ante los tribunales al ñero Hernández, más que un acto de abuso de poder lo es de cinismo y desvergüenza, por parte del gobierno de esta tierra de gracia.
Porque ocurre que en diciembre de 2007, con el pellejo ardido por la derrota en el referéndum constitucional, Chacumbele, en horario estelar, ante todo público, en cadena de radio y televisión, calificó de "victoria de mierda" el triunfo de la oposición y de "periodista de mierda" al colega de El Nacional que reveló que habrían sido presiones militares las que llevaron a ese rey del buen decir a reconocer su derrota.
No hubo juez o funcionario público alguno que reclamara tan grosero y vulgar lenguaje en el "Jefe del Estado" (comillas nada casuales). Todo lo contrario. Los jalabolas de todos los pelajes celebraron la ocurrencia del capo.
¿Cuál sería pues, la autoridad moral de que se creen investidos los acusadores del margariteño para someterlo a juicio? Lo suyo es un pecadillo venial al lado de la brutal expresión de Chacumbele, que insultó al medio país que había votado contra su proposición y además insultó, con el coraje que lo caracteriza, a un periodista que, desde luego, no tenía la más mínima posibilidad de replicarle.
Lo que es igual no es trampa. Si no enjuiciaron a Chacumbele, no pueden hacerlo con Miguel Ángel Hernández. Pero ya se sabe que esta gente es de la que roba a un ciego y le rompe el platillo en la cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario