Es más fácil arrebatar viviendas privadas, asaltarlas con la excusa de “expropiaciones” que nunca se pagan, que invertir grandes sumas que nunca se ven traducidas en realidades.
Voy a contar dos historias que revelan la raíz última del asunto.
Primera Historia: Unos ciudadanos que necesitan viviendas desde el deslave de Vargas, son forzados a constituir una OCV (Organización Comunitaria de Viviendas). Cuatrocientas (400) personas se congregaron en tal organización y arrancaron a hacer un proyecto de urbanización con una vivienda para cada una de sus familias.
Presentaron el proyecto en el BANAVIH. Transcurrido un año desaparece ese ente y es sustituido por el Ministerio de la Vivienda, como órgano rector. Esta gente sigue haciendo sus trámites después de la homologación de procedimientos, lo cual tomó un año más. Finalmente, aprueban el proyecto cumpliéndose dos (2) años de trámites.
El tercer año se les va cumpliendo con los requerimientos de la banca. Aprueban los recursos y el Estado hace el primer desembolso al final de los tres (3) años de nuestra historia.
Cuando se va a iniciar el movimiento de tierras, las parcelas destinadas al proyecto son invadidas por otros ciudadanos dedicados a la agricultura, pero que igualmente proclaman su derecho a la vivienda.
A los seis meses (6) meses de la invasión, (ya han transcurrido 3 años y medio) los invasores son amparados por un Tribunal Agrario que busca preservar las maticas sembradas en la parcela. Seis (6) meses después (ya han pasado 4 años) es revocado el amparo y se ordena el desalojo pero el INTI emite un título de tenencia de tierra a favor de los invasores. Ahora los de la Organización Comunitaria de Viviendas deben demostrar ante el INTI la vocación urbana de aquellas tierras las cuales, según los campesinos invasores, tienen vocación agraria.
A lo largo de seis meses y ya cumpliéndose 4 años desde el inicio de esta historia, los de la Organización Comunitaria de Viviendas logran demostrar el asunto ante el INTI. Se ordena el desalojo a los campesinos y se revoca el título. Emocionados, los promotores del proyecto, asisten al reinicio de los movimientos de tierra pero no contaban con la diligencia del Ministerio del Ambiente que alega, esta vez, que la permisología dada está vencida.
Tramitar dicha permisología les ha tomado casi un año. Mientras, el dinero adelantado está en el banco y lo que se necesitaba para construir las 400 viviendas ya hoy alcanza para construir solo 300.
¿Entonces? No se han construido nada, el dinero que se tiene es menos de lo que se necesita al día de hoy y los permisos, nuevamente, corren el riesgo de vencerse. Mañana, tendrán menos todavía. Esta es la eficiencia del sistema de construcción socialista.
Segunda Historia: Hay 79 Organizaciones de Viviendas (OCV) en el país que están tratando de construir, cumpliendo el mismo proceso anterior. Unas hipotéticas 39.000 viviendas. Pero las que están en plena ejecución de las obras, se les presentó una novedad…el Ministerio de la Vivienda, rector de la política de ese sector, decidió suspender la inspección externa de las obras y, por lo tanto, paralizó las actividades de construcción. Ello para que los funcionarios del INAVI realizaran las inspecciones correspondientes y así el Ministerio poder ahorrarse la cancelación de los honorarios a inspectores externos.
Al día de hoy no inspeccionan ni los internos ni los externos. Luego, todo está parado. Estas casas tampoco serán una realidad socialista.
Para terminar, es importante advertir que cada tramo del proceso socialista está caracterizado por un tipo que pide real, que matraquea y que inicia su descarada solicitud de efectivo diciendo: ¨patria, socialismo o muerte…..y una mano lava la otra y las dos lavan la cara¨. Venceremos.
Tomada de Globovisión
No hay comentarios:
Publicar un comentario