Las relaciones entre Argentina y Estados Unidos se tensaron el lunes luego de que el gobierno de Cristina Kirchner anunciara una protesta tras incautar "material camuflado" en un avión militar norteamericano, mientras Washington se declaró perplejo por el operativo.
"Estamos perplejos y preocupados por las acciones de las autoridades argentinas", respondió este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley en rueda de prensa.
"Nos preocupa que haya sido manejado de esta manera", dijo Crowley, quien calificó de "inusual e imprevisto" el registro de la carga del avión.
La declaración de Crowley se conoció luego de que la cancillería argentina advirtió que "formulará una protesta así como un pedido para la colaboración en la investigación sobre los motivos que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tuvieron al intentar violar las leyes argentinas ingresando material camuflado dentro de un cargamento oficial".
"Entre el material incautado, al que no hace referencia el Departamento de Estado, hay desde armas hasta diferentes drogas, entre otras, varias dosis de morfina", detalla el parte oficial argentino, al señalar que dichos elementos no figuraban en una lista entregada previamente por la embajada estadounidense.
Asimismo, se intentó ingresar a Argentina "material para interceptar comunicaciones, varios GPS de una sofisticación reveladora de su potencia, elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos, así como un baúl completo con drogas medicinales vencidas", agregaron las autoridades.
Buenos Aires citó un comunicado del Departamento de Estado divulgado el fin de semana sobre el cargamento incautado en la aeronave castrense que llegó el jueves al aeropuerto de Ezeiza (32 km al sur de Buenos Aires) y dijo que la declaración estadounidense contiene "una serie de inexactitudes y omisiones".
"No creemos que eso sea cierto", precisó Crowley a preguntas de los periodistas sobre la denuncia.
El avión carguero C17 trasladaba expertos y material para un curso de seguridad sobre rescate de rehenes, el cual fue suspendido tras el incidente.
"El material incautado fue entregado a la justicia. El avión partió de Argentina el sábado", dijo a su vez este lunes a la AFP una fuente de la cancillería que pidió el anonimato.
El subsecretario adjunto estadounidense para América latina, Arturo Valenzuela, se comunicó con el canciller argentino, Héctor Timerman, según la versión argentina, para "solicitar resolver la situación y manifestando la preocupación del Departamento de Defensa de su país ante la incautación de elementos que hacen a la seguridad de Estados Unidos".
Timerman respondió, de acuerdo con el comunicado, que "las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción".
La controversia bilateral se produce luego de que Argentina no fuera incluida en una gira latinoamericana que realizará en marzo próximo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por Brasil, Chile y El Salvador.
Brasil y Argentina son las dos principales economías sudamericanas.
El gobierno de Cristina Kirchner mantuvo una actitud cautelosa frente a los cables secretos de la diplomacia estadounidense revelados por WikiLeaks en los que se pide información sobre la salud mental de la mandataria argentina.
Kirchner se opuso a los intentos de que la Cumbre Iberoamericana que sesionó a principios de diciembre en la ciudad argentina de Mar del Plata (sur) se pronuncie contra esos informes en los que estaban mencionados varios de los líderes que asistieron a la cita.
El gobierno argentino prioriza las relaciones con los países de América latina y mantiene sólidos vínculos políticos con Venezuela, Bolivia y Ecuador, además de Brasil, su principal socio en la región.
"Estamos perplejos y preocupados por las acciones de las autoridades argentinas", respondió este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley en rueda de prensa.
"Nos preocupa que haya sido manejado de esta manera", dijo Crowley, quien calificó de "inusual e imprevisto" el registro de la carga del avión.
La declaración de Crowley se conoció luego de que la cancillería argentina advirtió que "formulará una protesta así como un pedido para la colaboración en la investigación sobre los motivos que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tuvieron al intentar violar las leyes argentinas ingresando material camuflado dentro de un cargamento oficial".
"Entre el material incautado, al que no hace referencia el Departamento de Estado, hay desde armas hasta diferentes drogas, entre otras, varias dosis de morfina", detalla el parte oficial argentino, al señalar que dichos elementos no figuraban en una lista entregada previamente por la embajada estadounidense.
Asimismo, se intentó ingresar a Argentina "material para interceptar comunicaciones, varios GPS de una sofisticación reveladora de su potencia, elementos tecnológicos conteniendo códigos caratulados como secretos, así como un baúl completo con drogas medicinales vencidas", agregaron las autoridades.
Buenos Aires citó un comunicado del Departamento de Estado divulgado el fin de semana sobre el cargamento incautado en la aeronave castrense que llegó el jueves al aeropuerto de Ezeiza (32 km al sur de Buenos Aires) y dijo que la declaración estadounidense contiene "una serie de inexactitudes y omisiones".
"No creemos que eso sea cierto", precisó Crowley a preguntas de los periodistas sobre la denuncia.
El avión carguero C17 trasladaba expertos y material para un curso de seguridad sobre rescate de rehenes, el cual fue suspendido tras el incidente.
"El material incautado fue entregado a la justicia. El avión partió de Argentina el sábado", dijo a su vez este lunes a la AFP una fuente de la cancillería que pidió el anonimato.
El subsecretario adjunto estadounidense para América latina, Arturo Valenzuela, se comunicó con el canciller argentino, Héctor Timerman, según la versión argentina, para "solicitar resolver la situación y manifestando la preocupación del Departamento de Defensa de su país ante la incautación de elementos que hacen a la seguridad de Estados Unidos".
Timerman respondió, de acuerdo con el comunicado, que "las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción".
La controversia bilateral se produce luego de que Argentina no fuera incluida en una gira latinoamericana que realizará en marzo próximo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por Brasil, Chile y El Salvador.
Brasil y Argentina son las dos principales economías sudamericanas.
El gobierno de Cristina Kirchner mantuvo una actitud cautelosa frente a los cables secretos de la diplomacia estadounidense revelados por WikiLeaks en los que se pide información sobre la salud mental de la mandataria argentina.
Kirchner se opuso a los intentos de que la Cumbre Iberoamericana que sesionó a principios de diciembre en la ciudad argentina de Mar del Plata (sur) se pronuncie contra esos informes en los que estaban mencionados varios de los líderes que asistieron a la cita.
El gobierno argentino prioriza las relaciones con los países de América latina y mantiene sólidos vínculos políticos con Venezuela, Bolivia y Ecuador, además de Brasil, su principal socio en la región.
El dia que se dio a conocer esa noticia yo justo estaba en un spa hotel en calafate. En todos los noticieros y diarios salio. Tuvo muchiisma repercucion esa noticia alli!!
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