Un escuadrón de soldados marchó con paso firme hasta formar con honor frente a la gran bandera de Guatemala, en la Plaza de la Constitución. El corneta llamó con tristeza al silencio y la gran bandera ondeó a media asta, como señal de dolor nacional tras el asesinato de Facundo Cabral.
Bajo un cielo gris, los guatemaltecos comenzaron a reunirse en torno a la bandera a media asta. Algunos llevaron mensajes de consternación escritos en carteles. Otro llevaron flores y el lugar comenzó a convertirse en un espacio de reflexión contra la violencia. La lluvia tenue se conjugaba con las lágrimas de algunos.
El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, decretó este sábado un duelo nacional de tres días en honor al cantautor argentino, muerto a tiros en la madrugada durante un ataque bien sincronizado desde tres vehículos cuando viajaba junto al empresario nicaragüense, Henry Fariña, rumbo al aeropuerto.
Mientras las personas quedaban sin rumbo a seguir en torno a la gran bandera de Guatemala, en la Plaza de la Constitución, otros guatemaltecos decidieron acercarse a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), donde se practicaba la autopsia al cuerpo.
La consternación e impotencia ante las consecuencias de la violencia que afecta a los guatemaltecos todos los días, se reflejaba en los rostros espontáneos reunidos en espera de que el cuerpo fuera entregado al carro fúnebre que aguardaba.
Tras concluir el procedimiento forense, el ataúd fue entregado a los empleados de la funeraria, que lo colocaron en una limusina negra. El ataúd estaba cubierto por un lienzo de pana morado oscuro, casi negro, con detalles dorados.
Mujeres y hombres se apostaron a ambos lados de la puerta principal del Inacif y no encontraron otra reacción colectiva que la mejor que pudo merecer el cantautor: un aplauso.
La limusina finalmente cruzo el umbral del Inacif y comenzó su recorrido lento, no sin antes que una mujer corriera al lado del vehículo con un ramo de claveles rojos que después de su último esfuerzo logró colocar sobre el capó. Luego se tomó el rostro y lloró.
Ernesto López, embajador de Argentina en Guatemala, evocó la vida de Cabral y enfatizó que ésta se regía por "principios y valores".
El diplomático advirtió que el hecho no puede atribuirse a los guatemaltecos. "Este es un momento difícil para Argentina, para Guatemala. Estas cosas pasan en cualquier lado y no tiene que ver con la gente buena y pacífica", dijo.
"Salvando las distancias, no se puede culpar a los neoyorquinos con la muerte de John Lennon, como tampoco a los guatemaltecos con la muerte de Facundo Cabral", dijo.
El Inacif informó que la bala que le segó la vida al cantautor se alojó en el cráneo del lado izquierdo. Además tenía perforaciones en un brazo y la espalda.
FL/Globovisión/DPA
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