Nada más fácil en esta revolución que ponerse una camisa roja y dejarse colgar la credencial "de lo que sea" para abrirse paso en las autopistas, transitar como un genuino caretabla en su auto frente a la alcabala de la GN e incluso coronar un buen puesto en las colas del registro civil o entrar a un tribunal; y si te da la gana, mandar a poner preso al tipo que está fastidiando a tu novia.
Es decir, con 80 bolívares pasas al otro lado de la Venezuela de los privilegios y de los abusos. Todo en nombre de la causa bolivariana.Foto: Saúl Uzcátegui/TalCualDigital
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