El primer ministro británico, David Cameron, se fotografió ayer con la camarera que hace una semana lo desairó al decirle que se sirviera él mismo un café en la terraza de un bar de Montevarchi en Arezzo, en la provincia italiana de Toscana.
Francesca Ariani, de 27 años, dueña del café "Dolce Amaro", no reconoció al presidente y no solo se negó a servir en la mesa unos cafés al matrimonio Cameron y a un amigo, sino que espetó al primer ministro: "Lo siento, pero estoy sola, sírvase usted mismo", refieren los medios de comunicación italianos.
Cameron tuvo que levantarse dos veces y llevar los cafés y pagó con un billete de 50 euros los poco más de tres euros cincuenta que costaron las consumiciones, sin dejar propina.
El desaire de la camarera italiana levantó gran revuelo en los tabloides ingleses, que se hicieron eco de la noticia.
Tanto fue el revuelo que el alcalde del municipio, Francesco Maria Grasso, invitó después formalmente al primer ministro británico a un café para enmendar la metedura de pata de la camarera y publicó un elogioso comunicado sobre Cameron.
Cameron volvió al bar "Dolce Amaro" el domingo, en compañía de su hija Nancy, de 12 años, y preguntó con una sonrisa a Ariani si debía servirse él mismo las consumiciones.
La joven le suplicó que no y le invitó a sentarse en un mesa, donde, además de atenderle solícitamente, le sorprendió con una nueva bebida casera fabricada en su honor: 'Cameron Tuscan Dream' compuesto por café, gelatina de vino y crema de galletas.
La camarera aseguró al periódico "Il Corriere della Sera" que Cameron "no estaba para nada enfadado y se mostró cordial y afectuoso" y además consintió fotografiarse con ella tras aceptar sus disculpas.
Ariani, licenciada en lengua inglesa y apasionada de Inglaterra, se negó a aceptar propina.
"Me habría ofendido a muerte", concluyó.
Cameron terminó hoy sus vacaciones de quince días que pasó en una lujosa mansión en la Toscana.
FL/Globovisión/EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario