Estudiantes de secundaria de plantes públicos están en desventaja. En algunos planteles se gradúan sin cursar la totalidad de las materias obligatorias. Pedagogos hacen un llamado a unificar los recursos y proyectos del sector. La escasez de docentes en algunas áreas es algo que data de 1996 y no fue atendida a tiempo
ANDREÍNA MOROS MACHADO/TalCualDigital
Daniel Hernández egresó el pasado julio como bachiller de la República, mención Ciencias. Al igual que sus 58 compañeros de promoción, Daniel no cursó durante el último año ni física ni biología. Pese a que ambas asignaturas son obligatorias en el currículo de estudios de esa mención, los jóvenes de la populosa parroquia ubicada al oeste de Caracas; tuvieron escasas cuatro clases de cada materia en los 180 días obligatorios que establece el calendario del Ministerio de Educación.
La causa conocida por todos, es que a inicios del pasado septiembre de 2010 uno de los docentes renunció y el otro simplemente desde hace dos años no existía, quién sabe por qué se fue.
A mediados del período escolar pasado, el rumor de que en algunos liceos no se impartía la totalidad de las materias que forman parte del plan de estudios oficial en determinados grados, comenzó a circular de boca de algunas organizaciones no gubernamentales vinculadas al sector.
Al investigarse el tema, se supo que la falta de clases obedece a que no hay docentes que cubran esas horas de trabajo. En algunos casos la solución pensada por el ME y los directores de los recintos afectados, fue que los docentes de asignaturas similares asumieran dicha carga horaria.
La preparación del profesional de la educación y la vocación que tenga para el ejercicio de la labor son aspectos fundamentales para asegurar el éxito del proceso, dice el educador de la UCAB y miembro activo de la ONG Asamblea de Educación, Leonardo Carvajal. De igual forma, destaca que desde hace al menos un cuarto de siglo se lidia con “una mala realidad” que afecta a la secundaria o bachillerato.
“No se está nombrando a tiempo desde el ME a profesores en distintas asignaturas, hay un déficit en biología, química, matemática, física e inglés. En esas áreas ya se había detectado a mediados de los 90, pues la producción de los institutos para esa fecha no era suficiente y actualmente el déficit se incrementó, agudizando las deficiencias”, reiteró.
Sin embargo, en el caso de las instituciones en las que no hay cantidad suficiente de profesionales que cubran la falta, o en los casos en los que éstos no desean hacerlo, el ME aprobó que se dejan de ver esas materias, se promedian las notas y se coloca una calificación de algo que no se evaluó, como si así se hubiera hecho.
En ese sentido, la crítica hecha tanto por Olga Ramos, coordinadora del Observatorio Educativo de Venezuela (OEV) e integrante de la ONG Asamblea de Educación; Beatriz Borjas, investigadora del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) de la UCV; y el propio Carvajal, es a redefinir las políticas oficiales en materia educativa, atendiendo lo que consideran las cuatro premisas fundamentales necesarias: una buena infraestructura física, que existan docentes calificados para enseñar, que el estudiante posea recursos para el aprendizaje en su casa y en la escuela y que posea tiempo para el estudio.
TRES INVESTIGADORES, TRES VISIONES
Para Carvajal existen cuatro aspectos fundamentales para que el proceso educativo se dé de manera eficiente. Destaca el investigador el poco tiempo para trabajos escolares que se tiene en el país. Compara que mientras en Japón, por ejemplo, se estudia 220 días al año, lo que significa 7 horas y media al día y totaliza 1.650 horas por período académico; en Venezuela se estudia durante 200 días y por jornada de cinco horas, lo que suma 1.000 horas anuales.
Al hacer la comparación, la diferencia de 600 horas anuales explica “el por qué nunca hemos vendido hasta ahora ningún carro a los japoneses y ningún Jeep que se llame ‘Centauro de los Llanos’, pero ellos sí nos venden Suzuki y Toyota a nosotros”.
Cada vez son menos las horas que se ven en las aulas venezolanas y más las reducciones en los calendarios oficiales. Un ejemplo claro es lo evidenciado recientemente con las clases en escuelas y liceos. Por orden del Ministerio el inicio de actividades en educación inicial fue fijado para el 19 de septiembre, mientras que las del bachillerato para ayer tres de octubre.
Aunque pudiese considerarse que diez días no hacen la diferencia, de los 188 fijados, ya hay diez menos, sumados a los que seguramente se requerirán para las elecciones primarias de ambos sectores políticos del país y la toma de los planteles, sumarán poco a poco menos horas vistas, dice preocupado Carvajal.
PARALELISMO EDUCATIVO
Para la docente e investigadora del Cendes, Beatriz Borjas, hay varios aspectos importantes que deben tomarse en cuenta al hacer un análisis sobre el estado del sistema educativo venezolano. En primer lugar, el paralelo creado como solución gubernamental al problema inicial de abandono a la academia y la exclusión.
A su juicio, al programa equivalente promovido por el sector oficial pasó de ser una respuesta de inclusión a una herramienta de ideologización de parte del actual Gobierno, “al utilizar este espacio para desarrollar su pensamiento socialista”.
Asimismo, hace énfasis en la importancia de que se destaque la interacción y vinculación de las universidades con los estudiantes, así como la designación por concurso de los directores y altos funcionarios de las escuelas, con la intención de garantizar que posean una real vocación y su continua formación a través de planes ideados para ellos.
TRISTE DETERIORO DEL SECTOR PÚBLICO
La coordinadora del OEV, Olga Ramos, lamenta que con el tiempo la calidad del sector educativo autónomo ha disminuido, hasta situarse por debajo del privado.
“Anteriormente teníamos planteles públicos que eran mucho mejores que los privados y con el tiempo la situación cambió y eso es algo importante que podemos recuperar. No es lo mismo decir que nuestro sistema se ha deteriorado, que decir que siempre funcionó así”, dice Ramos.
A su juicio el integrar los esfuerzos, planes y políticas oficiales es una alternativa que debe ser tomada en cuenta si se desea mejorar el nivel. En años anteriores se tenían menores escuelas pero mejores resultados y ahora se tienen más escuelas pero mucho menos calidad, todo como consecuencia de la masificación de la educación.
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