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ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El presidente venezolano Hugo Chávez anunció el jueves la firma de un nuevo crédito ruso de 4,000 millones para la adquisición de nuevos equipos bélicos, como parte de los continuados esfuerzos de su gobierno por modernizar el parque militar del país.
La operación, cuya gestión ya había sido revelada en agosto, elevaría a $14,000 millones el total de armamentos rusos adquiridos bajo el gobierno bolivariano pese a las dificultades que la Fuerza Armada en adoptar este tipo de tecnología, dijeron analistas consultados por El Nuevo Herald.
“Estamos acordando un crédito de Rusia a Venezuela”, indicó Chávez en declaraciones transmitidas por la televisión estatal. “Estamos acordando el envío de nuevo equipamiento de defensa, que está previsto en los contratos y que debe llegar en este último trimestre del 2011 y continuar en el 2012”.
El gobierno venezolano emprendió en los últimos años un agresivo programa de compras de armas que incrementan la capacidad bélica del país petrolero.
Las adquisiciones realizadas a partir del 2005 incluyen varios centenares de tanques, helicópteros y transportes blindados, además de decenas de aviones, barcos de guerra, submarinos y redes de misiles.
Rusia, China y España figuran como los principales vendedores de armamentos, pero es el primero de los tres el que ha obtenido los mayores contratos del país petrolero.
Hasta el momento, el gobierno venezolano había anunciado la adquisición de equipos rusos por hasta $10,000 millones, según cifras de la Asociación Civil Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, una ONG que sigue el tema de cerca.
“Con está cifra [del nuevo crédito] pudieran fácilmente estar aumentando a $14,000 millones las adquisiciones concretadas con Rusia”, indicó Rocío San Miguel, presidenta de la organización.
Alejandro Sánchez, analista para temas de seguridad del Council on Hemispheric Affairs, dijo que las últimas operaciones realizadas por Venezuela buscan convertir a la Fuerza Armada del país en una de las mejores dotadas de América Latina.
En términos de volumen, las adquisiciones realizadas hasta ahora podrían ser consideradas como razonables, señaló Sánchez, en momentos en que otros países de la región también emprenden iniciativas similares para mejorar sus ejércitos, como la decisión de Brasil de construir un submarino nuclear con ayuda de Francia y la de Chile de adquirir aviones F16 de fabricación estadounidense.
Estas adquisiciones muestran que América Latina ha emprendido en los últimos años una carrera armamentista. Pero es una tendencia limitada, ya que no todos los países cuentan con los recursos para realizar grandes compras, añadió.
Venezuela, país que ha disfrutado de una bonaza petrolera en los últimos años, debería contar con los recursos para adquirir sus nuevos equipos, pero el grueso de las compra están siendo realizadas a través de endeudamiento, señaló San Miguel.
Por otro lado, los analistas han expresado preocupación por el origen de los nuevos equipos que están siendo adquiridos, ante el hecho de que las Fuerzas Armadas han tenido grandes dificultades para asimilar la nueva tecnología.
“Sigue habiendo problemas. Los rusos no ceden tecnología, no brindan una mano de obra expedita para la infinidad de problemas de mantenimiento”, señaló San Miguel.
Los aviones Sukoi adquiridos son un ejemplo de esto. Un gran número de ellos se encuentran varados o presentan grandes problemas de operatividad.
San Miguel subrayó que Venezuela tiene aviones de combate de cuarta generación que están en capacidad de sobrevolar el espacio aéreo nacional, pero no pueden cumplir sus misiones debido a problemas con los componentes.
Algo parecido sucede con las decenas de helicópteros rusos adquiridos recientemente por el gobierno venezolano.
“Las aeronaves rusas están presentando una gran cantidad de fallas que han llevado a muchas de ellas a estar en estado inoperativo y a permanecer así debido a que no hay un sistema logístico adecuado para mantener a estas unidades”, expresó recientemente José Colina, un teniente venezolano exiliado que también ha estado siguiendo de cerca el proceso.
Según la Asociación Civil Control Ciudadano, Venezuela ha adquirido en los últimos años cerca de un centenar de este tipo de naves.
Asimismo, el país ha adquirido o ha anunciado la adquisición de 92 tanques medianos T-72B1V, 240 vehículos blindados de infantería (BMP-3 y 8x8 BTR-80), nueve submarinos, cerca de 50 embarcaciones de diferentes tamaños, docenas de aviones caza Sukhoi Su-30MK2, un número no determinado de aviones de cazas chinos J-10 y cerca de un centenar de helicópteros rusos, buena parte de ellos de combate.
Adicionalmente, el país petrolero ha realizado anuncios para adquirir sistemas de misiles antiaéreos S-300, conocidos por la OTAN como SA-20 Gargoyle, y contratos para construir plantas de armamento, incluyendo una fábrica de pólvora con ayuda de Irán, una planta para la fabricación de fusiles de asalto AK-103/AK-104 y una planta para la fabricación de municiones 7.6 por 39 mm.
Cort. El Nuevo Herald
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