Un médico cubano que vivió en Miami hasta el año pasado se encuentra ahora preso en una cárcel mexicana en espera de ser liberado o condenado por la muerte de su ex esposa en Mazatlán, un centro turístico internacional en la costa occidental de México.
Waldo García, de 42 años, es un recluso en la cárcel de Mazatlán después de haber sido extraditado a México en febrero del 2011 tras audiencias en el tribunal federal de Miami. Se le acusa del homicidio por estrangulamiento en el 2008 de Margarita Naranjo de Saá, de 41 años, hija de la directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, Ramona de Saá.
Ramona y su gemela Margarita de Saá, también profesora de ballet, fueron figuras centrales de un documental estadounidense del 2004 titulado Mirror Dance. El documental trata sobre la ruptura entre dos hermanas por diferencias sobre la revolución cubana. Mientras que Ramona se quedó en Cuba, Margarita huyó de la isla y ahora dirige la Academia de Ballet de Pennsylvania.
El homicidio en Mazatlán y la extradición de García desde Miami han creado un nuevo tira y afloja entre la comunidad cubana en el sur de la Florida y el régimen de La Habana que supuestamente ha ejercido presión sobre el gobierno mexicano para enviarlo detenido a la isla o condenarlo a una larga pena de cárcel en México.
Las autoridades mexicanas han acusado a García de haber matado a Naranjo, quien daba clases de ballet en el balneario mexicano. Pero la evidencia presentada en la corte federal de Miami es circunstancial. Ningún testigo vio que García matara a su ex esposa y no existe evidencia de ADN o huellas dactilares suyas que lo vinculen a la escena del delito.
Testigos entrevistados por los investigadores mexicanos afirmaron que García reconoció haber matado a Naranjo, después de que ella rechazara una reconciliación. También dijeron que en otra ocasión admitió haber intentado estrangularla. Además, un documento presentado en la corte en Miami dice que, pocos días después del asesinato, los investigadores descubrieron joyas y una tarjeta bancaria de Naranjo en la oficina de García y en su casa.
Ramona no pudo ser contactada, pero en Pennsylvania Margarita dijo que la muerte de su sobrina era una “gran tragedia para la familia”.
En Miami, Tania García, hermana de García, dijo que la evidencia fue sembrada por los investigadores e inventada por los testigos.
Mario Reyes, abogado de García en Mazatlán, dijo que los artículos encontrados fueron sembrados probablemente por los investigadores empeñados en culpar a su cliente. Como prueba, Reyes dijo que las joyas se encontraron en un maletín perteneciente a un compañero de García.
Reyes y Tania dijeron que su teoría es que fue un crimen pasional realizado por una persona desconocida.
“Estamos desesperados porque se encuentra recluido en la cárcel injustamente”, dijo Tania. “Nuestro temor es que se le envíe a Cuba, donde no tendría la capacidad de defenderse”.
Según Tania, las relaciones de García con Naranjo eran excelentes. Cuando Naranjo partió para Mazatlán, a pesar de que ya estaban divorciados, García siguió al cuidado del hijo de ella durante una unión previa.
“Él seguía teniendo buenas relaciones de amistad con Margarita, incluso después de su divorcio en Cuba”, dijo Tania.
Las autoridades de Estados Unidos ayudaron al gobierno mexicano en los procedimientos de extradición. El caso resulto creíble para el juez federal Patrick White.
Naranjo fue asesinada el 26 de agosto del 2008. Nueve días antes su hijo llegó solo a Mazatlán desde Cuba. La víspera de la tragedia García visitó el apartamento de Naranjo supuestamente para ayudar al niño con su tarea, de acuerdo con documentos de la fiscalía federal. La pareja acordó reunirse para desayunar a la mañana siguiente.
Un testigo citado en los documentos dijo que esa mañana vió a García caminando en dirección al apartamento.
El abogado Reyes comentó que cuando su cliente caminaba hacia el apartamento Naranjo lo llamó a su celular para cancelar el desayuno. Entonces, agregó, García se fue a trabajar.
Por la tarde, Naranjo no acudió a buscar a su hijo a la parada del autobús escolar. Un amigo de ella fue al apartamento y descubrió el cuerpo. De acuerdo con documentos basados en la investigación mexicana, el apartamento estaba en desorden y Naranjo yacía boca arriba sobre su cama.
Un paramédico descubrió una marca en el cuello, que más tarde se determinó como evidencia de “asfixia” y “estrangulamiento”.
El 28 de agosto García fue secuestrado y torturado por hombres armados que no se identificaron, dijo Reyes, quien sospecha que eran policías mexicanos. Sin embargo, García nunca fue formalmente detenido ni interrogado por ninguna autoridad de ese país.
García fue liberado por los secuestradores el 29 de agosto. Luego, en una fecha no determinada, se fue a vivir con un amigo identificado como Michael Anthony Montoya. Según un documento de la fiscalía federal, García le negó a Montoya que hubiera asesinado a Naranjo.
A los pocos días, agrega el documento, García comentó a Montoya que necesitaba irse de Mazatlán. El documento indica que Montoya comenzó a albergar sospechas cuando García le pidió que le comprara tinte para el pelo. Montoya insistió en preguntarle si había tenido algo que ver con la muerte de Naranjo. En ese momento, según el documento, García “esencialmente admitió” que la había matado.
“Yo nunca quise hacerle daño, y sólo quería que no me rechazara y que volviera conmigo, pero Mangy no quería, y no pude controlar mis impulsos”, señala el documento que fueron las palabras de García.
Para Tania, el testimonio de Montoya es un “invento”.
El Nuevo Herald no pudo dar con el paradero de Montoya.
Reyes le aconsejó a García que abandonara México. García cruzó la frontera con Texas el 3 de septiembre del 2008 y vino para Miami. Al año siguiente solicitó la residencia permanente. En su solicitud, no mencionó la situación en Mazatlán.
Los abogados de García en Miami dijeron que éste no había llenado la solicitud. Según ellos, la omisión fue un error de la persona que hizo los trámites.
García fue arrestado el 19 de abril del 2010.
Waldo García, de 42 años, es un recluso en la cárcel de Mazatlán después de haber sido extraditado a México en febrero del 2011 tras audiencias en el tribunal federal de Miami. Se le acusa del homicidio por estrangulamiento en el 2008 de Margarita Naranjo de Saá, de 41 años, hija de la directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, Ramona de Saá.
Ramona y su gemela Margarita de Saá, también profesora de ballet, fueron figuras centrales de un documental estadounidense del 2004 titulado Mirror Dance. El documental trata sobre la ruptura entre dos hermanas por diferencias sobre la revolución cubana. Mientras que Ramona se quedó en Cuba, Margarita huyó de la isla y ahora dirige la Academia de Ballet de Pennsylvania.
El homicidio en Mazatlán y la extradición de García desde Miami han creado un nuevo tira y afloja entre la comunidad cubana en el sur de la Florida y el régimen de La Habana que supuestamente ha ejercido presión sobre el gobierno mexicano para enviarlo detenido a la isla o condenarlo a una larga pena de cárcel en México.
Las autoridades mexicanas han acusado a García de haber matado a Naranjo, quien daba clases de ballet en el balneario mexicano. Pero la evidencia presentada en la corte federal de Miami es circunstancial. Ningún testigo vio que García matara a su ex esposa y no existe evidencia de ADN o huellas dactilares suyas que lo vinculen a la escena del delito.
Testigos entrevistados por los investigadores mexicanos afirmaron que García reconoció haber matado a Naranjo, después de que ella rechazara una reconciliación. También dijeron que en otra ocasión admitió haber intentado estrangularla. Además, un documento presentado en la corte en Miami dice que, pocos días después del asesinato, los investigadores descubrieron joyas y una tarjeta bancaria de Naranjo en la oficina de García y en su casa.
Ramona no pudo ser contactada, pero en Pennsylvania Margarita dijo que la muerte de su sobrina era una “gran tragedia para la familia”.
En Miami, Tania García, hermana de García, dijo que la evidencia fue sembrada por los investigadores e inventada por los testigos.
Mario Reyes, abogado de García en Mazatlán, dijo que los artículos encontrados fueron sembrados probablemente por los investigadores empeñados en culpar a su cliente. Como prueba, Reyes dijo que las joyas se encontraron en un maletín perteneciente a un compañero de García.
Reyes y Tania dijeron que su teoría es que fue un crimen pasional realizado por una persona desconocida.
“Estamos desesperados porque se encuentra recluido en la cárcel injustamente”, dijo Tania. “Nuestro temor es que se le envíe a Cuba, donde no tendría la capacidad de defenderse”.
Según Tania, las relaciones de García con Naranjo eran excelentes. Cuando Naranjo partió para Mazatlán, a pesar de que ya estaban divorciados, García siguió al cuidado del hijo de ella durante una unión previa.
“Él seguía teniendo buenas relaciones de amistad con Margarita, incluso después de su divorcio en Cuba”, dijo Tania.
Las autoridades de Estados Unidos ayudaron al gobierno mexicano en los procedimientos de extradición. El caso resulto creíble para el juez federal Patrick White.
Naranjo fue asesinada el 26 de agosto del 2008. Nueve días antes su hijo llegó solo a Mazatlán desde Cuba. La víspera de la tragedia García visitó el apartamento de Naranjo supuestamente para ayudar al niño con su tarea, de acuerdo con documentos de la fiscalía federal. La pareja acordó reunirse para desayunar a la mañana siguiente.
Un testigo citado en los documentos dijo que esa mañana vió a García caminando en dirección al apartamento.
El abogado Reyes comentó que cuando su cliente caminaba hacia el apartamento Naranjo lo llamó a su celular para cancelar el desayuno. Entonces, agregó, García se fue a trabajar.
Por la tarde, Naranjo no acudió a buscar a su hijo a la parada del autobús escolar. Un amigo de ella fue al apartamento y descubrió el cuerpo. De acuerdo con documentos basados en la investigación mexicana, el apartamento estaba en desorden y Naranjo yacía boca arriba sobre su cama.
Un paramédico descubrió una marca en el cuello, que más tarde se determinó como evidencia de “asfixia” y “estrangulamiento”.
El 28 de agosto García fue secuestrado y torturado por hombres armados que no se identificaron, dijo Reyes, quien sospecha que eran policías mexicanos. Sin embargo, García nunca fue formalmente detenido ni interrogado por ninguna autoridad de ese país.
García fue liberado por los secuestradores el 29 de agosto. Luego, en una fecha no determinada, se fue a vivir con un amigo identificado como Michael Anthony Montoya. Según un documento de la fiscalía federal, García le negó a Montoya que hubiera asesinado a Naranjo.
A los pocos días, agrega el documento, García comentó a Montoya que necesitaba irse de Mazatlán. El documento indica que Montoya comenzó a albergar sospechas cuando García le pidió que le comprara tinte para el pelo. Montoya insistió en preguntarle si había tenido algo que ver con la muerte de Naranjo. En ese momento, según el documento, García “esencialmente admitió” que la había matado.
“Yo nunca quise hacerle daño, y sólo quería que no me rechazara y que volviera conmigo, pero Mangy no quería, y no pude controlar mis impulsos”, señala el documento que fueron las palabras de García.
Para Tania, el testimonio de Montoya es un “invento”.
El Nuevo Herald no pudo dar con el paradero de Montoya.
Reyes le aconsejó a García que abandonara México. García cruzó la frontera con Texas el 3 de septiembre del 2008 y vino para Miami. Al año siguiente solicitó la residencia permanente. En su solicitud, no mencionó la situación en Mazatlán.
Los abogados de García en Miami dijeron que éste no había llenado la solicitud. Según ellos, la omisión fue un error de la persona que hizo los trámites.
García fue arrestado el 19 de abril del 2010.
Cort. El Nuevo Herald
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