Por: VenEconomía
La semana pasada Banco Central de Venezuela dio a conocer las cifras de la economía para el tercer trimestre de 2011, reportando un crecimiento de 4,2% del Producto Interno Bruto (PIB), en comparación con el PIB del tercer trimestre de 2010, para un total de 3,8% de enero a septiembre.
Sin embargo, lejos de ser motivo de celebración este “crecimiento” debería hacer sonar las alarmas del país, ya que no refleja un fortalecimiento de la economía.
Para comenzar el “crecimiento” se ha registrado en sectores de poca relevancia para el bienestar del ciudadano. Uno de ellos es el reportado para el sector Servicios del Gobierno General (más 4,9%) que sigue aumentando a espaldas del aumento vertiginoso de la burocracia.En los últimos 10 años, la nómina abultada del sector público aumentó 76,9%, según cifras del INE, lo que no incluye el igualmente abultado crecimiento de las nóminas de las empresas públicas.
Otro, es el reportado para las Instituciones Financieras (15,1%), que se debe en gran parte a las maniobras del Ejecutivo Nacional para engrosar las gavetas obligatorias que impone a los bancos. Amén del intenso empapelamiento de la banca, particularmente la pública, debido a las emisiones sin freno del Gobierno.
Mientras, el desempeño de sectores clave como Construcción y Manufactura, principales motorizadores de la economía y generadores de empleo, no trae buenos augurios.
El sorpresivo crecimiento del sector Construcción (10,0%), que llega después de siete trimestres consecutivos de contracción, partió deuna base pequeña, equivalente al ya deprimido nivel del segundo trimestre de 2009. Además, cabe notar que este crecimiento fue impulsado por el sector público (mas 17,6%) principalmente por construcciones en el contexto de la Gran Misión Vivienda Venezuela a la cual se destinó casi la totalidad de los insumos básicos producidos o no en el país, y no por el sector privado, la cual continúa de capa caída (menos 12,2%).
Por su parte, el sector Manufacturero creció 2,1% en el tercer trimestre, la mitad del promedio general del PIB.Sin embargo, el vital sector de fabricación de alimentos y bebidas cayó abruptamente en 9,1%, y el PIB Agrícola, según estimaciones de VenEconomía, se contrajo 2,7%.
Esto significa que el crecimiento de la demanda que impulsa el incremento del PIB está siendo satisfecho a través de importaciones indiscriminadas de alimentos y otros bienes básicos (20,1% más en el trimestre), con lo cual se privilegia un crecimiento hacia fuera en detrimento del aparato productivo nacional.
Como corolario, la distribución entre la actividad pública y la privada se inclina cada vez más hacia la consolidación del modelo castrochavista.
Sin embargo, lejos de ser motivo de celebración este “crecimiento” debería hacer sonar las alarmas del país, ya que no refleja un fortalecimiento de la economía.
Para comenzar el “crecimiento” se ha registrado en sectores de poca relevancia para el bienestar del ciudadano. Uno de ellos es el reportado para el sector Servicios del Gobierno General (más 4,9%) que sigue aumentando a espaldas del aumento vertiginoso de la burocracia.En los últimos 10 años, la nómina abultada del sector público aumentó 76,9%, según cifras del INE, lo que no incluye el igualmente abultado crecimiento de las nóminas de las empresas públicas.
Otro, es el reportado para las Instituciones Financieras (15,1%), que se debe en gran parte a las maniobras del Ejecutivo Nacional para engrosar las gavetas obligatorias que impone a los bancos. Amén del intenso empapelamiento de la banca, particularmente la pública, debido a las emisiones sin freno del Gobierno.
Mientras, el desempeño de sectores clave como Construcción y Manufactura, principales motorizadores de la economía y generadores de empleo, no trae buenos augurios.
El sorpresivo crecimiento del sector Construcción (10,0%), que llega después de siete trimestres consecutivos de contracción, partió deuna base pequeña, equivalente al ya deprimido nivel del segundo trimestre de 2009. Además, cabe notar que este crecimiento fue impulsado por el sector público (mas 17,6%) principalmente por construcciones en el contexto de la Gran Misión Vivienda Venezuela a la cual se destinó casi la totalidad de los insumos básicos producidos o no en el país, y no por el sector privado, la cual continúa de capa caída (menos 12,2%).
Por su parte, el sector Manufacturero creció 2,1% en el tercer trimestre, la mitad del promedio general del PIB.Sin embargo, el vital sector de fabricación de alimentos y bebidas cayó abruptamente en 9,1%, y el PIB Agrícola, según estimaciones de VenEconomía, se contrajo 2,7%.
Esto significa que el crecimiento de la demanda que impulsa el incremento del PIB está siendo satisfecho a través de importaciones indiscriminadas de alimentos y otros bienes básicos (20,1% más en el trimestre), con lo cual se privilegia un crecimiento hacia fuera en detrimento del aparato productivo nacional.
Como corolario, la distribución entre la actividad pública y la privada se inclina cada vez más hacia la consolidación del modelo castrochavista.
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