PERLA VONASEK/NDO/TalCualDigital
Hugo Chávez acaba de anunciar un plan de la oposición ¡no faltaba más! para matar al candidato de la Alternativa Democrática, Henrique Capriles Radonski. La obsesión del Presidente con el tema de la muerte es francamente enfermiza.
Nunca antes durante los 40 años de democracia se había hablado tanto de intentos de magnicidios como desde que el teniente coronel se instaló en Miraflores, a pesar de que los únicos y verdaderos intentos de magnicidios ocurrieron en el siglo XX con Carlos Delgado Chalbaud y posteriormente el fallido con Rómulo Betancourt.
Si usted ingresa en Google y coloca "magnicidio Chávez" le aparecerán 128.000 resultados. Chávez mismo ha anunciado su muerte aproximadamente 30 veces. Estos anuncios suelen estar ligados a situaciones políticas estratégicamente oportunas: baja de popularidad, una elección en puertas, un escándalo relacionado con él o su entorno; sin embargo y a pesar de las denuncias, nadie conoce ni aparecen los culpables.
Mientras matan a miles de venezolanos de todas las edades, sexo y clases sociales, el Presidente vive obsesionado con anunciar un nuevo intento de magnicidio, él, que vive rodeado de escoltas y múltiples anillos de seguridad, además de los chalecos antibalas que pareciera se coloca por lo abultado de sus trajes.
Fiel a su obsesión, y en vista de que su enfermedad le impide hacer una campaña como la que sí está llevando adelante el candidato Capriles, hace lo que los psiquiatras denominan una "transferencia" y a falta de no poder anunciar su propia muerte anuncia la de su oponente.
La palabra muerte y sus relacionadas han proliferado a lo largo del mandato de Chávez. Desde el principio nos ha amenazado diciendo que si él no está entonces habrá una guerra civil, lo que equivale a muerte; su lema más preciado ha sido "Patria, socialismo o muerte" y lo mandó a exhibir en lugares públicos gubernamentales, muy especialmente en los cuarteles, obligando a gritarlo a militares y seguidores. Esa muerte era, por supuesto, para sus oponentes, nunca pensó que se le devolvería la invocación. Sorpresas te da la vida.
Huele muy mal eso de que recién regresado ande anunciando atentados ajenos y es vergonzoso que uno tenga que escuchar lo que nunca antes se había oído, que el propio Presidente de la República se ponga a advertir por televisión que al candidato de la oposición lo quieren matar y justamente sus seguidores. Raro...
Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Chávez vive anunciando magnicidios, pero al único que sí le han hecho un atentado es a Radonski, y hay fotos y un herido que detuvo la bala que iba dedicada al candidato. Y no fue la oposición, Sr. Presidente, fueron rojos, rojitos. Cuide a su gente.
pevona@gmail.com
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