El Psuv convocó varias activades en diversos puntos de Caracas, con motivo del 11 de abril, pero su militancia no atendió el llamado con "disciplina revolucionaria"
DAYIMAR AYALA ALTUVE/TalCualDigital
El Partido Socialista Unido de Venezuela convocó actividades en diversos puntos de Caracas, pero su militancia no atendió el llamado con "disciplina revolucionaria". Salvo aquellos que asistieron con camisas de instituciones públicas y uno que otro voluntario, a las movilizaciones oficialistas les faltó gente.
Al Teatro Teresa Carreño llegaron algunos liceos bolivarianos con jóvenes de entre 14 y 15 años (que para 2002 tendrían 4 o 5 años), con pancartas que exigían justicia para los caídos en Puente Llaguno.
Trabajadores de los ministerios se anotaban en la lista de asistencia y esperaban "pacientemente" desde temprano que hablara Diosdado Cabello.
"No había pistoleros de Puente Llaguno sino defensores de la Patria", señaló el presidente de la AN y vicepresidente del PSUV.
Aunque públicamente dijo que el acto era a puertas abiertas, en la entrada de la sala Ríos Reyna exigían un carnet "rojorojito" o una invitación especial para poder entrar.
Algunas cuadras más allá, en la Plaza de los Museos, el ministro de Comunicaciones, Andrés Izarra, atacaba a los medios privados. "Participaron en el golpe, fueron cómplices de eso que el pueblo más nunca va a permitir", expresó, junto a un panel de periodistas oficialistas. Izarra además despotricó contra los periodistas de medios privados y llamó al cuerpo colegiado de los comunicadores el "Colegio Nacional de Palangristas".
LLAGUNO TAMBIÉN FUE ROJO
En el centro de Caracas cerraron el paso desde Carmelitas hasta Puente Llaguno. Se instalaron 8 toldos con sillas para lo que sería la "condecoración de la orden 13 de Abril en su única clase" a los concejales del Municipio Libertador, incluidos los que dispararon desde Llaguno.
El espacio no se llenó, los rojos se diluían y buscaban sortear el calor e intenso sol mientras los vendedores ambulantes hacían su agosto en abril con franelas, fotos y hasta muñecos de Chávez. "Va a venir Elías Jaua, el Comandante no lo creo por su salud, yo lo veo igualito de mal", le comentó una señora a otra, ambas vestían camisas rojas y bailaban al son de la consigna "volvió, volvió, volvió".
Los simpatizantes de la difunta Lina Ron llegaron al lugar con sus motos y gritaban "Lina vive, la lucha sigue". Los diputados del PSUV no acudieron a su trabajo en las comisiones de la AN, pero sí fueron hasta el centro. Robert Serra, Darío Vivas, Freddy Bernal, entre otros, se colaban para saludar a la gente.
El embajador cubano, Rogelio Polanco Fuentes, llegó a las inmediaciones de Llaguno, así como la procuradora Cilia Flores, la ministra Iris Varela, el presidente del BCV, Nelson Merentes, y otros personeros del chavismo, además de Germán Sánchez Otero, embajador cubano en Caracas en 2002 y quien solicitó a Henrique Capriles acudir a la sede diplomática para calmar la situación.
BUSCABAN GOLPIZA
El concejal Richard Peñalver declaró que los disparos fueron en defensa del pueblo y no para atacarlo. "Ese día estábamos esperando combatirlos con las manos, pueblo contra pueblo, no nos imaginamos que íbamos a tener francotiradores por todos lados, que la PM nos iba a agredir como lo estaba haciendo. Gracias a Dios que algunos camaradas teníamos nuestra pistola con reglamento y pudimos hacerle frente y evitamos una matanza", justificó con un tono de orgullo.
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