Las prestaciones sociales en la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT) estarán orientadas a los intereses familiares y no a la aspiración individual del trabajador.
Según informó Carlos Saínz Muñoz, integrante de la Comisión Presidencial para la LOT, las prestaciones en la nueva orientación de la ley no dependerán de la voluntad del trabajador, sino que tendrán que estar avaladas por la familia.
Si hay divergencia entre la pareja y hay hijos, puede intervenir el tribunal de menores de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescentes. "Si el padre dilapida las prestaciones o se enamora de otra persona más joven, ¿a quién está afectando? Está afectando a la familia y a los hijos".
La propuesta, que está siendo discutida en el seno de la comisión, es contraria al artículo 108 de la normativa laboral vigente, que expresa que el depósito o liquidación de la prestación de antigüedad atiende la voluntad del trabajador, requerida previamente por escrito.
No obstante, Saínz Muñoz destaca que entre los objetivos de la nueva legislación, que persigue la transición al socialismo, está reivindicar el valor constitucional de la familia como la institución más importante de la sociedad.
En el proyecto de Ley del Proceso Social del Trabajo, la familia también es vista como la asociación natural del proceso social de trabajo y el Estado velará por su cumplimiento.
El texto plantea que la pareja del trabajador podrá solicitar al inspector del trabajo, por razones de necesidad o interés familiar, una autorización para recibir hasta el 50% del salario. Esta disposición será aplicable al pago de prestaciones sociales y cualquier otro beneficio a favor del trabajador.
Asimismo, el Estado velará por el derecho que tendrán los niños, desde su concepción hasta su mayoría de edad, a que al menos uno de sus progenitores participe en el trabajo en función de garantizar las condiciones de su pleno desarrollo.
Conciencia trabajadora
Garantizar el carácter familiar de las prestaciones no es una tarea fácil según reconocen los propios redactores de la ley. Por ello apuestan a la formación de la clase trabajadora.
Wills Rangel, presidente provisional de la Central Bolivariana de Trabajadores, sugiere elevar la conciencia de los trabajadores hacia una sociedad de iguales, donde reine el esfuerzo común, la solidaridad y la comprensión mutua.
Asegura que los esfuerzos no se concentrarán en una imposición del Estado, sino en los planes de capacitación y donde las empresas tendrán un valor para su ejecución.
Según el papel de trabajo, que sustituiría a la LOT vigente, el centro laboral o empresa deberá proporcionar las condiciones adecuadas que permitan al trabajador capacitarse en "la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social; los cuales estarán consustanciados con los valores de identidad nacional, en función de lograr una justa distribución de la riqueza".
yfernandez@eluniversal.com
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