El objetivo de este artículo es denunciar la invasión, permitida por las autoridades del Sistema Metro en las salidas y adyacencias de Capitolio, minadas por la buhonería que perturban el libre tránsito de los pasajeros. Esta situación contribuye a deteriorar más la calidad del servicio y la seguridad
GONZÁLO GONZÁLEZ/TalCualDigital
El Metro de Caracas fue durante más de tres lustros una prueba fehaciente de que los venezolanos y en particular los caraqueños podíamos disfrutar de un servicio público, eficiente, limpio, puntual, económico y seguro producto de la conjunción entre una gerencia pública eficaz y un comportamiento civilizado del usuario; hoy es todo lo contrario.
Devino en emblema de una gestión oficial ineficaz, corrupta y que desprecia profundamente al ciudadano común a quién demagógicamente dice representar y defender. El del presente es un Subterráneo impuntual, sucio, inseguro. Del deterioro, la responsabilidad principal es de quienes lo gerencian pero también de una parte de sus usuarios quienes no se comportan como antaño y lo ensucian o se hacen de la vista gorda ante las malas conductas.
Aunque no sea el tema de este artículo lo referente a la estación Las Mercedes de la Línea 3 no puedo dejarlo pasar, lo que ocurre con ella es un fiel ejemplo de cómo piensan quienes dirigen el país o mas bien lo destruyen. Esa estación como era lógico estaba incluida en el trazado original, pero uno de los tantos presidentes chavistas del Sistema argumentando que esa era una zona oligarca decidió eliminarla sin que sus superiores: El Presidente de la República o el Ministro respectivo le llamarán la atención y conminaran a reparar tamaño dislate.
Será que el Presidente, el Ministro y aquel presidente del Metro y sus sucesores en el colmo del atraso y los prejuicios se imaginaron esa estación full de capitanes de empresas, altos gerentes, damas encopetadas y no por la enorme cantidad de trabajadores de todo tipo que laboran en la zona.
Luego de este largo introito me voy a referir al objetivo del artículo y este es denunciar la invasión, permitida por las autoridades del Sistema, de la estación Capitolio por la buhonería, particularmente en las salidas adyacentes al Centro Comercial Metrocenter, en ellas han asentado sus ilegales negocios grupos de comerciantes informales impidiendo y perturbando el libre transito de los pasajeros, lo mismo ocurre en otras estaciones como por ejemplo la de Bellas Artes.
Esta situación contribuye a deteriorar más la calidad del servicio y la seguridad. Todo el mundo tiene el derecho de ganarse la vida, pero todo tiene un límite. Las autoridades deben ponerle coto a esto, de no hacerlo en el corto plazo los tendremos dentro de la propia estación.
Un régimen carente desde siempre de una política económica capaz de generar y no de destruir empleos formales y productivos e incapaz de combatir la pobreza sino de rentabilizarla busca gratificar a los pobres con el todo se vale y se puede, con estimular la transgresión.
Solo disentir del autócrata esta prohibido.
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