Llama la atención que Diosdado Cabello haya llegado en su papel de minpopopatodopeo a las puertas del infierno para sacarle las patas del lodo a Iris Valera y a las fuerzas policiales y militares que con todas las características de un ejército de ocupación se instalaron en La Planta; lo que en modo alguno les garantiza victoria alguna como ya lo probó el tarantinesco Rodeo ll.
Lo cierto es que el diputado de los ojos bonitos, al mejor estilo del poeta Isaías, lanzó su mirada a los pranes y logró que varios autobuses salieran con sus asientos ocupados, aunque los verdaderamente arrechos e irreductibles se quedaron cuidando el armamento, la droga y el dinero. Pero al César lo que es del César:
Cabello logró suavizar la cosa y la benedictina Varela por fin pudo pegar los ojos por unas horas. Increíble. ¿Cuál será su secreto? Como dice la chama de la cuña. El minipopopatodo tiene fama entre los rojitos de ser un guisador de gran musculatura y tal vez de esa escuela de la negociación sacó "las armas" para entenderse con los del otro lado del muro.
Ellos, pranes y diputado, son, cómo se dice, bueno eso... y se entienden. Pero vean lo desagradecida que es la vida, ni un tuit ni una llamada a VTV de parte del comandantepresidentejefesupremoyprivadodelasalud felicitándolo por su heroica hazaña.
TalCualDigital
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