SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
La doctora Luisa Estella Morales, presidenta del TSJ, afirmó, en un discurso, que le dolían en el alma las cosas que había dicho Aponte Aponte. A la doctora lo que le duele, en verdad, es que el sujeto haya revelado lo que todo el mundo sabe, incluyendo a la susodicha doctora, que trabajó durante varios años codo a codo con su colega, en la Sala Penal.
A la doctora le duele que Aponte Aponte haya pregonado que la Dama de la Justicia no es ciega sino que tiene los ojos muy pelados para ver dónde hay algunos dinerillos que puedan ayudar a mejorar la dieta de los magistrados que se los apropian.
Pero el blando corazón de Luisa Estella permanece insensible ante los desafueros que cometen jueces que demoran interminablemente los juicios, contribuyendo con ello al hacinamiento carcelario y a sus consecuencias, por ejemplo, los quinientos asesinatos anuales que se cometen en las cárceles. Nunca se le ha oído queja alguna sobre esa situación.
La "mamita" Luisa Estella Morales jamás ha expresado, aunque fuera preocupación, por el horrendo abuso de poder que se comete con la jueza Afiuni.
Tampoco evidencia alguna inquietud por el hecho de que la inmensa mayoría de los jueces son provisorios, lo cual, como ella no ignora, sirve para mantenerlos con la rienda corta, atentos y sumisos a las ordenes que vienen de arriba, so pena de dejar de ser provisorios y también jueces. Luisa Estella Morales, pues, podría servir de modelo para una estatua de la Justicia, pero, en este caso, verdaderamente ciega.
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