Tiene razón Chávez en tener vergüenza de discutir con Capriles. ¿Qué le va a decir? Basta con haber visto hace apenas unos días a un cínico excepcional, ocuparse después de 14 años y más de 150 mil asesinatos de la inseguridad, anunciar el plan número 20 y de paso echarle la culpa de su incapacidad para enfrentar ese flagelo, a los medios
FREDDY NÚNEZ/TaslCualDigital
Es mucha la angustia del teniente coronel.
Lo consume la impotencia. Casi puede verse bajar, vértebra a vértebra, esa gota de sudor que le recorre el espinazo. A pesar de la ciencia capitalista, sabe el burdo histrión que el slogan debe ser cambiado por el de "un pasito pa ´lante comandante". Hasta ahí.
Nada de fundirse poderoso y sobrancero con las masas, ellas salen ahora al encuentro de Capriles hartas de gamelote patriotero y deseosas de futuro. Las multitudes que acuden en forma impresionante a las convocatorias de la oposición democrática en todo el país, tienen la certeza de que "el que se va no hace falta, hace falta el que vendrá". Sobre todo si el que se va, sepultado por una avalancha de votos o reclamado por La Parca, estuvo 14 años mintiendo, sembrando odio, divisiones y destruyendo al país.
Los llamados a "respetar al árbitro", cuando la banda de las cuatro tolera y aúpa las violaciones constitucionales y legales que hacen posible un ventajismo inaudito, dice mucho del miedo a perder el poder que para ellos es perder el botín. Convocar los apoyos de esa vergüenza humana de Juan Barreto y de la impudicia viviente de Didalco Bolívar, inventar "huellas planas", robar partidos políticos o encadenar para tratar de ocultar el fervoroso huracán popular desatado por Capriles, solo indica miedo.
Arrecia la campaña sucia contra Capriles, proliferan las encuestas que van a contrapelo de lo que grita la calle y se incrementan las atosigantes campañas de propaganda a través de todos los medios. Dentro de ellas destaca una cuña que presenta al gran odiador como "nuevo Bolívar", o segundo de Dios. Todo está dirigido a hacer creer que el comediante presidente ya ganó. Pero la mejor demostración de esta farsa son los insultos y agresiones permanentes contra Capriles, los cuales evidencian frustración e impotencia.
Tiene razón Chávez en tener vergüenza de discutir con él. ¿Qué le va a decir? Basta con haber visto hace apenas unos días a un cínico excepcional, ocuparse después de 14 años y más de 150 mil asesinatos de la inseguridad, anunciar el plan número 20 y de paso echarle la culpa de su incapacidad para enfrentar ese flagelo, a los medios. Por cierto, ya que en estos días dijo alguna majadería sobre la nada, le sugiero dejar de leer solapas de libros, y tratar de leerse uno completo. Se llama (casualmente) La nada cotidiana de la escritora cubana Zoé Valdés (nacida en 1959 porsia) y aunque usted es probadamente duro de mollera, quizá logre entender cómo fue posible que Cuba terminara convertida en una enorme cárcel de gentes e ideas, donde impera la desolación y la miseria.
Quizá pueda entender entonces, por que los venezolanos estamos más unidos que nunca en el propósito de derrotarlo e impedir que este país se convierta en esa nada.
Vaya pidiéndole un cuartico a Fidel, cerca del malecón, así después del 7 de octubre, tendrá un lugar en "el mar de la felicidad" y podrá "teorizar" sobre sus disparates teniendo a la soledad como público entusiasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario