SIMÓN BOCCANEGRA/TalCualDigital
Las recientes visitas del iraní Mahmud Ahmadineyad y el bielorruso Alexandr Lukashenko nos llaman la atención. Estos dos genuinos representantes del autoritarismo, "hermanazos del alma" de Chacumbele, se acercaron por la Patria de Bolívar a ver cómo andan las cosas por estos predios. Al parecer no están muy seguros del resultado del 7 de octubre y no quieren que el Gobierno bolivariano se les vaya con la cabuya en la pata.
A pesar de lo que aseguran las encuestas, según las cuales la ventaja del Caporal sobre el Flaquito se amplía a medida que pasan los minutos y se acerca a los 150 puntos, ambos mandatarios y sus sistemas de inteligencia ven algunas señales que les han prendido las alarmas. Por un lado, les llama la atención que un candidato con tanta ventaja cierre un consulado para impedir que casi 20 mil venezolanos puedan sufragar. Eso no cuadra.
Otro dato que también los pone alerta es lo que ocurrió con Patria Para Todos y Podemos. Ambos partidos fueron condenados a convertirse en polvo cósmico cuando, en 2007, se negaron a integrar sumisamente ese rebaño de borregos que es el PSUV y prefirieron mantener sus organizaciones.
Sin embargo, ahora que Esteban está a punto de recibir el voto de casi todos los venezolanos, ahora cuando su ventaja es insuperable, los compinches de Velásquez Alvaray y Aponte Aponte que mandan en el TSJ, fabrican sentencias que le permiten al Gobierno confiscar las siglas de esos dos partidos y sumarlos al Polo Patriótico. Para ambos autócratas estos dos elementos podrían ser suficientes indicios para acercarse hasta Caracas y revisar cómo están las cuentas. Porque después ¿a quién le van a cobrar?
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