Rihanna y fiesta parece que significan lo mismo, provocación también podría entrar en la ecuación. El de la foto es el look con el que la artista salió a la calle en Manhattan el pasado lunes.
Minifalda tableada semitransparente, un par de deportivas converse y un top, que en realidad es un sujetador «bandeau» de encaje que dejaba entrever sus pechos.
Como lleva pasando desde hace unos meses, los amigos de Rihanna están preocupados por su «excesiva fiesta» y le piden que ingrese en un centro de rehabilitación.
Entre ellos se encuentra su manager y buen amigo Jay-Z que quiere que se recupere antes de que sea demasiado tarde. El Daily Mail explica que incluso el marido de Beyoncé ha amenazado a la cantante con echarla de su discográfica si no pone en orden su vida.
La semana pasada perdió un vuelo que la llevaba a Inglaterra. Aunque ella niega que cancelase el viaje por algún tipo de enfermedad, y ha dicho que necesita pasar tiempo con su familia y su abuela, enferma de cáncer.
Fuentes cercanas aseguran que se encuentra cansada, y otros apuntan a que su actitud (constantemente tuiteando e informando sobre su alocada vida a sus fans) podría ser un desorden psicológico narcisista.
Globovisión/ABC de España
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