SIMÓN BOCANEGRA/TalCualDigital
No hay escasez de alimentos. Si usted se acerca al automercado, abastos, Mercal o mercado libre y no encuentra café, lo que ocurre es que para usted ese producto se volvió invisible. No lo decimos en broma, sino que repentinamente nos hemos vuelto creyentes de la palabra oficial y el martes el vicepresidente y ministro Jorge Arreaza debutó con una perla: en el país hay pleno abastecimiento.
Eso de que no se consiga harina precocida o que no haya lavaplatos, ni papel tualé, o arroz y aceite, son simplemente especulaciones de la derecha apátrida o un problema suyo con su vista. Hay de todo. Que se lo garantiza el yerno, quien seguro no hace mercado. La verdad verdadera es que pulula por ahí un grupo de venezolanos saboteando la buena gestión del gobierno nacional, el de antes y el de ahora.
Si usted ha visto los videos que circulan en las redes sociales donde aparecen madres de familia cayéndose a piña para poder llevarse un pollo o una bolsa de leche en polvo, debe saber que se trata de montajes hechos por la derecha, en colaboración ¡cuándo no! con la CIA y el Departamento de Estado. Las manos más pelúas entre las pelúas. Ahora el gobiernito Maduro, con Arreaza a la cabeza y quien para algo fue nombrado jefe del Sebin, debería investigar a ciertos organismos oficiales que les están echando la partida para atrás con eso del pleno abastecimiento.
Por allí hay un ente al que le gusta publicar numeritos todos los meses. Esa institución no ha cogido línea, por lo menos en esta materia. Debe enviarse a los mejores agentes para que investiguen qué está pasando allí y pongan orden en la pea. No puede ser que el Banco Central diga en sus informes que la escasez fue de 20,4% en enero y apenas bajó a 19,7% en febrero. No entienden esos funcionarios que la verdad es una sola, es la que dice Arreaza, es la que se fabrica en Miraflores. Así no se puede avanzar.
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