En aquellos días en que todavía el cuerpo del "Comandante Eterno" estaba en capilla ardiente, ya arrancaba disimuladamente la campaña y Nicolás Maduro se valió de cuanto ardid sentimental para llegarle al pueblo verdaderamente chavista.
Adán Chávez dijo que su hermano tenía un morral cargado de sueños y allí se vio a Maduro cargando "el morral de Chávez", y en todos los actos recordaba que ayudaría a su tío Adán, el tío de la revolución, a cumplir esos sueños.
Han pasado casi cinco meses y ya Adán no es el tío, es Adán a secas; así lo llama ahora Maduro ¿Qué cambió? Los Maduro-Flores se instalaron en el poder y no importa ese nexo familiar, como dice el refrán popular: el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario