Hasta el mediodía de ayer, en la morgue de Bello Monte, habían sido registrados 19 cadáveres en lo que va de agosto.
Si a esa cifra se le suman los 3.338 que fueron contabilizados en los primeros siete meses del año, da un total de 3.355, es decir, un 6% más en los ingresos de cadáveres, ya que el año pasado, en el mismo lapso, hubo 3.149 registros.
Este año, el mes de abril (que sumó 498 ingresos) ha sido el de mayor incidencia delictiva, si se calcula, como indican fuentes extraoficiales del Cicpc, que el 70% de los casos registrados en la medicatura forense son homicidios.
Enero es el mes con menor cantidad de cuerpos contabilizados en la morgue, con un total de 419, le sigue marzo con 459, luego mayo con 478, después junio con 492, febrero con 495, y julio con 497.
De los 19 que fueron contabilizados hasta el mediodía de ayer, figura el de un joven que fue asesinado en la avenida El Parque de Las Acacias, frente a una cauchera.
Según detallaron vecinos de la zona, lo ultimaron a tiros en horas de la madrugada del jueves. Desconocen las causas.
El cuerpo estuvo por más de ocho horas tirado en medio de la vía, resguardado por dos funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.
Le colocaron una sábana blanca hasta que llegó el Cicpc a levantarlo. No lo identificaron. Solo se supo que trabajaba en un Abastos Bicentenario.
También el jueves, pero en la tarde, falleció en el Hospital Militar Darwin Abreu Navas, de 27 años.
Al joven lo hirieron de bala la noche del miércoles cuando llegaba a su residencia, ubicada en la calle Bolívar de Artigas, e intentaron robarle la moto. Sus familiares dijeron que estaba guardando el vehículo cuando unos sujetos lo interceptaron.
Trató de correr a resguardarse y le dispararon varias veces por la espalda. Tres proyectiles lo alcanzaron.
Los maleantes no se llevaron nada, y unos amigos lo auxiliaron y trasladaron al hospital, donde falleció cuando estaba siendo operado.
El joven era mototaxista en El Paraíso y dejó tres hijos.
"Quiero limpiar su memoria"
A la medicatura forense acudió Enrique Vivenes, padre de dos jóvenes abatidos por el Cicpc, la madrugada del martes 30 de julio dentro de su residencia, ubicada en la calle 18 de los Jardines de El Valle.
Destacó que su intención era limpiar la memoria de sus hijos, pues asegura que ninguno era delincuente, como hizo ver el Cicpc en su momento.
Detalló, que ambos fueron abatidos con otros tres muchachos, entre ellos un adolescente de 17 años. Los implicaron en diversos delitos.
Vivenes dijo que sus hijos Maikol Ricardo, de 21 años, y Nicole Vivenes Reyes, de 24, trabajaban con él montando sistemas de seguridad blindados a agencias bancarias.
"Soy jubilado de la Dirección de Contra Inteligencia Militar, con 17 años de servicio y doy fe de que mis hijos fueron asesinados sin razón", detalló.
Los cadáveres tenían los números 474 y 475 de julio.
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