miércoles, 6 de noviembre de 2013

El chavismo pierde respaldo entre los pobres

ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El régimen de Nicolás Maduro está perdiendo aceleradamente el respaldo de los sectores populares que disfrutaba el chavismo bajo el mando del fallecido Hugo Chávez, con un 56 por ciento del estrato más bajo de la población señalando que la ineficiencia del gobernante y de su administración es parcialmente responsable de la grave crisis económica en el país.


Según los resultados de una encuesta divulgada por la firma Fortuny, Guzman & Asociados, el porcentaje del “estrato E” coincide con el 56 por ciento manifestado por el “D”, mientras que la clase media (estrato C) atribuía la responsabilidad al gobierno en un 70 por ciento.

“El continuismo del proyecto bolivariano está gravemente herido en su lecho de roca. [El estrato E ] asocia la crisis a la corrupción y la ineficiencia del gobierno por encima de la ‘Guerra Económica’ ”, señaló el informe.

En general, un 56 por ciento de los venezolanos (medición que incluye todos los estratos sociales), considera que la gestión de Maduro no es buena, con un 22 por ciento respondiendo que es “muy mala”, un 20 por ciento diciendo que es “mala” y un 16 por ciento señalando que es de “regular a mala”.

El 41 por ciento restante estuvo distribuido entre un 4 por ciento que la calificó de “muy buena”, un 17 por ciento que dijo que era “buena”, y un 19 por ciento que la describió de “regular a buena”.

Pero en términos de confianza, Maduro sale incluso peor parado, ya que el 40 por ciento respondió que el gobernante no les genera “ninguna confianza” y un 24 por ciento dijo sentir “poca confianza” frente al 23 por ciento que dijo sentir “confianza” y un 10 por ciento que dijo tener “mucha confianza”.

PERCEPCIÓN DE LA CRISIS

La tesis de la “guerra económica”, acusación lanzada por el gobierno para responsabilizar a la oposición de la aguda escasez de productos, tiene menor asidero entre los pobres que la percepción de que la crisis es causada por la ineficiencia del gobierno.

Pese a emprender una constante campaña mediática para promover esa matriz de opinión, solo un 52 por ciento de los consultados pertenecientes al “estrato E” dijo creer en la tesis.

La popularidad de Maduro está siendo duramente golpeada por una de las más severas crisis económicas en la historia del país, que se produce en el marco de la insostenibilidad del proyecto político-económico emprendido por el chavismo.

La nación petrolera está en vías de cerrar este año con una tasa de inflación superior al 55 por ciento, la que podría terminar siendo la más alta del mundo, y niveles de escasez de productos que gradualmente están conduciendo la nación hacia políticas de racionamiento.

La situación —sumada a los crónicos problemas de inseguridad personal, desempleo e interrupciones en el suministro de servicios básicos— está acrecentando el descontento social.

“La situación social de Venezuela es impredecible”, advirtió desde Miami el asesor político Rafael Revilla.

“Todos los indicios que se ven por allí indican que Venezuela está por explotar. No se puede afirmar que eso es lo que va a suceder porque es imposible predecir cómo reaccionarían los distintos segmentos de la población, pero el descontento está allí”, dijo.

NÚMEROS PREOCUPANTES

El impacto económico sobre la población es recogido por la encuesta de Fortuny, Guzman & Asociados, con un 23 por ciento de los venezolanos considerando que la situación es “muy mala”, un 25 por ciento declarando que es “mala” y un 18 por ciento señalando que es “regular hacia mala”.

Pero esas proyecciones han de aumentar con el correr de los próximos meses, ante señalamientos de que no solo la crisis económica apenas comienza, sino que está siendo agravada por las políticas del propio gobierno.

“No hay ninguna posibilidad de resolver la situación. Esta crisis ya tiene una dinámica propia”, comentó desde Caracas el analista David Morán. “Alimentando este modelo [socioeconómico], el chavismo agotó las herramientas que podían frenar los desequilibrios”.

El gobierno lleva ya meses importando grandes cantidades de productos para tratar de compensar la caída en la producción nacional provocadas por sus propias políticas revolucionarias.

Pero la escasez de productos se torna cada vez más crónica ante la imposibilidad del Estado de importar todos los productos que requiere el país, al tiempo que es cada vez más evidente que la renta petrolera es insuficiente para soportar el modelo.

Para Morán, la situación económica está conduciendo al país cada vez más cerca hacia un sistema de racionamiento similar al de Cuba.

“La situación económica se le está convirtiendo a este gobierno en una Hidra, un monstruo de mil cabezas. Cada vez que cortan una, se reproducen dos más. Ellos ya no tienen forma alguna de frenar esto”, comentó Morán.

“Lo único que pueden hacer es frenar más el acceso a los productos y la consecuencia de esto es el racionamiento. Ya empezaron a hacerlo, limitando el acceso a los hospitales por falta de insumos, limitando la oferta disponible de gasolina, de repuestos de autos, limitando el acceso a los pasajes, la comida y los dólares”, comentó.

El Nuevo Herald

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