Nicolás Maduro se llenó la boca el pasado domingo asegurando que la Constitución venezolana es la mejor del mundo. No debe ser tan buena cuando ellos quisieron cambiarla, significativamente, apenas siete años después de aprobarla
El presidente Nicolás Maduro se llenó la boca el pasado domingo asegurando que la Constitución venezolana es la mejor del mundo. No debe ser tan buena cuando ellos quisieron cambiarla, significativamente, apenas siete años después de aprobarla.
Es cierto que la vigente Carta Magna recibió el apoyo del soberano el 15 de diciembre de 1999, siendo la primera constitución del país cuya aprobación es sometida a la voluntad popular.
Pero en este aspecto hay otro detalle que Maduro y los suyos prefieren olvidar, y es que el 55,22% de los venezolanos se abstuvo de emitir su opinión, prefiriendo quedarse en sus casas ocupados en otros asuntos que consideraron más importantes.
Cort. TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario