El Gobierno nacional abona el terreno para anunciar al país un aumento de la gasolina, tras reconocer públicamente que el subsidio actual representa pérdidas de 12.592 millones de dólares al año.
La cifra, suministrada por el ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, se refiere al costo de producción de la gasolina y el diesel que se comercializan en el país, y por los cuales "Pdvsa paga para que se consuman" (estos combustibles) por las distorsiones en la estructura de costos y precios.
Actualmente el costo de producción de las gasolinas de 91 y 95 dejan pérdidas diarias de 38 y 86 millones de bolívares al día, respectivamente, por el diferencial entre el precio de venta (congelado desde hace 17 años en Bs 0,070 y Bs 0,097 por litro) y el costo de producción de cada tipo de gasolina, que oscila entre 2,4 y 2,7 bolívares.
En el caso del diesel, el precio de venta de Bs 0,048 por litro implica una pérdida de 89 millones de bolívares al día, ante un costo de producción de 2,4 bolívares por litro.
"Hay que dar una discusión nacional de si ha llegado el momento o no de cobrar la gasolina" y, de inmediato, explicó que "en este país no se paga por la gasolina, porque Pdvsa paga para que echen gasolina. Y con el diesel la situación es peor".
Esta situación se debe a que solamente el margen de comercialización que se le paga a las estaciones de servicio por vender el combustible ya es mayor que el propio precio de la gasolina y el diesel.
Ramírez, quien resaltó que Venezuela tiene el nada honroso récord de ser el país con la gasolina más barata del mundo, fue consultado sobre cual sería el piso del precio de la gasolina. A ellos respondió que Pdvsa "está poniendo como un número importante recuperar los costos de producción: Bs 2,7; 2,4 o 2,5 por litro, según el tipo de combustible. Vamos a ver, es un debate que estamos dando".
Pero Ramírez, quien también es vicepresidente del Área Económica, se apresuró a decir que "no estamos imponiendo ningún paquete de medidas", añadiendo que no hay ningún ente multilateral que esté al frente de estos ajustes, sino el Gobierno de Maduro.
Por otra parte, justificó la discusión sobre el aumento del precio señalando que "este subsidio no favorece al pueblo de ninguna manera, y ha promovido que aquí desfilen las (camionetas) Hummers y los vehículos de mayor consumo".
Aseguró que "hemos aguantado y podríamos aguantar (el subsidio actual) pero eso no tiene sentido". Reconoció que lo que destina Pdvsa para cubrir el mercado interno de combustibles "nos impacta muchísimo", aclarando que "no es una pérdida para Pdvsa", sino que "se le hace daño a la nación" pues esos recursos podrían destinarse a alimentos.
La actual estructura del subsidio revela que el costo de producción de la gasolina de 95 octanos es 28 veces el precio de venta actual; la de 91 octanos es 39 veces el precio actual; y con el diesel equivale a 50 veces el valor de venta.
Mercado en expansión
Subrayó el crecimiento sin control del mercado interno, atribuyéndolo al derroche y a pocos incentivos en los precios.
"94% de los vehículos del país usa gasolina pese al esfuerzo por introducir la matriz del gas, que es lo que hacen los países avanzados", dijo Ramírez.
Detalló que solo se ha alcanzado 4% de vehículos con gas, "que se regala", porque no hay un precio o diferencial que incentive al usuario a optar por un combustible diferente.
Aunado a ello en los hábitos de consumo de gasolina hay una distorsión, dijo el ministro.
Indicó que de los 4,15 millones de vehículos en el país, 33% de los carros (cerca de 1,38 millones) están hechos para usar gasolina de 95 octanos. Sin embargo, la matriz de consumo de gasolina es de 70% de 95 octanos (más del doble de lo requerido), que además es más costosa de elaborar.
Confirmó que el mercado interno de hidrocarburos cerrará el año en 700 mil barriles por día, advirtiendo que "no hay conciencia de reducir el consumo porque no se paga la gasolina en el país". A esto se suma la fuga de 100 mil barriles diarios en contrabando. Al respecto, aclaró que el tag (chip) para venta controlada de combustible está en Táchira, Sur del Lago, la Guajira "y en algunas estaciones de servicio en Maracaibo" (Zulia) y se imponen así restricciones a la compra.
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