ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
La oposición venezolana no logró propinarle al régimen de Nicolás Maduro el demoledor golpe electoral que preveía, pero sí se anotó importantes goles en los comicios municipales del domingo, consiguiendo nuevos bastiones desde donde podrá seguir mermando la influencia del chavismo.
El resultado electoral fue interpretado como un espaldarazo a la impopular gestión de Maduro, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declarara que el chavismo obtuvo al menos 196 de las 335 alcaldías que estaban en disputa.
Pero la oposición se llevó los principales centros urbanos en la elección, lo que deja entrever cómo el chavismo sigue perdiendo las simpatías del electorado.
“[El régimen] perdió terreno en los centros urbanos clave”, comentó desde Londres Diego Moya Ocampos, analista para América Latina de IHS Country Risk.
“A pesar de que en el corto plazo esto se puede leer como una victoria del chavismo, en realidad lo que esto refleja es que el chavismo está perdiendo aceptación en las grandes ciudades, manteniendo solo las simpatías de las zonas rurales”, agregó.
Las victorias registradas por la oposición en las grandes ciudades habrán de ser muy útiles en su lucha contra los planes del chavismo por terminar de instaurar un régimen castro-comunista en el país, continuó.
“La oposición va a tener ahora mayor capacidad de actuación, mayor capacidad para organizar protestas en centros urbanos, mayor capacidad para promover su agenda a nivel nacional y gradualmente la posibilidad de tener mayor penetración en los centros urbanos hasta los sectores rurales”, comentó Moya.
“Puede que el chavismo haya sacado un mayor número de alcaldías, pero estos resultados no deben ser interpretados como perjudiciales a la oposición, sino por el contrario, nos dicen que hay un avance de la oposición y un gradual deterioro del gobierno”, sostuvo.
Según los datos preliminares del CNE, la oposición solo habría obtenido 53 de los 335 municipios en disputa, aunque aun quedaban 88 alcaldías cuyos resultados no han sido anunciados.
El chavismo también habría sacado cerca de 600,000 votos más que la oposición, con una relación de de 5.11 millones a 4.43 millones.
Pero las alcaldías obtenidas por la oposición incluyen los grandes centros urbanos del país, lo que coloca en su lista de activos las municipalidades de Caracas, Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida y Maracay.
Y lo que genera particular malestar dentro de las filas del chavismo, la oposición también ganó Barinas, capital del estado natal del fallecido Hugo Chávez.
“La oposición ganó todos los centros emblemáticos”, dijo desde Miami el asesor político Rafael Revilla. “Ganó las elecciones desde el punto de vista relativo porque ahora pasa a controlar los núcleos urbanos fundamentales, donde se concentra entre el 60 y el 70 por ciento de la votación”.
Esa relación del 60 y 70 por ciento de los centros urbanos ganados por la posición arroja dudas sobre los resultados anunciados el domingo por el CNE de que el chavismo ganó la votación global, llevándose el 49.2 por ciento de los votos emitidos frente al 42.7 por ciento que habrían obtenido los candidatos de la oposición.
Pero Revilla, quien participó en diversas contiendas electorales venezolanas en el pasado, dijo que esa relación no tenía mucho sentido.
“Aquí hay una gran inconsistencia numérica. ¿Cómo es que tú ganas todos los centros metropolitanos, porque se ganaron todos los centros metropolitanos del país, y se pierde la votación global? Eso es un absurdo”, expresó Revilla, al insistir que no había visto ese tipo de desempeño en el pasado.
Los comentarios de Revilla se producen en el marco de una serie de cuestionamientos emitidos en el pasado sobre la gestión del CNE, entidad controlada en su totalidad por el chavismo y cuya decisión sobre las elecciones presidenciales de abril fueron impugnadas por la oposición en medio de miles de irregularidades detectadas.
Pero hasta el momento son pocas las voces que se han atrevido a mencionar la posibilidad de que se haya cometido fraude el domingo, mientras que los resultados eran celebrados el lunes por el propio Maduro, quien los describió como una demostración de que la revolución bolivariana sigue contando con el respaldo popular.
El anuncio del CNE dejó de lado toda pretensión de la oposición venezolana de demostrar a través de esos comicios que es mayoría, brindándole un margen de alivio a un Nicolás Maduro constantemente cuestionado por los graves problemas económicos del país.
Pero no todo el chavismo estaba contento con los números obtenidos.
“Estos resultados electorales son, ni más ni menos, una aplastante derrota. Por todo el cañón. Aplastante porque esos triunfos tienen una alta significación en el devenir no muy lejano”, escribió el columnista Rafael Rodríguez Olmos, en el sitio de internet prochavista Aporrea.org.
“La oposición acaba de acumular fuerzas suficientes para sentirse que puede ningunear a quien sea. Son nuevas chequeras con mucho dinero para conspirar y organizar un aparato político que haga mas daño del que ya han hecho”, insistió.
El Nuevo Herald
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