Es un hecho sumamente grave el secuestro del cual fue víctima el general Ramón Antonio Lozada Saavedra, quien fue apresado por un comando armado en la urbanización Montalbán de Caracas el 26 de noviembre, y liberado muy golpeado el pasado martes en el estado Apure.
Según el general Antonio Rivero, su homólogo fue secuestrado por agentes de la DIM, presuntos autores de las torturas sufridas por este oficial retirado de la Guardia Nacional. Este tipo de procedimientos se aplicaron en otras épocas en el país y también en otras naciones del Cono Sur. Así comenzaron y luego derivaron en la desaparición y muerte de miles de personas.
Fueron violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Lo ocurrido con el general Lozada Saavedra es un precedente muy peligroso que debe poner en alerta a todos los venezolanos que quieren que en el país prive la convivencia pacífica.
En cualquier otra nación con poderes independientes y funcionarios que cumplan con su deber, lo ocurrido al general Lozada Saavedra habría ameritado el inicio de una exhaustiva investigación.
Si el Parlamento cumpliera con una de sus funciones se habría puesto en marcha una averiguación y se le pedirían cuentas al Gobierno.
Los maduristas se llenan la boca diciendo que tenemos una Constitución muy avanzada en materia de derechos humanos, pero la práctica la contradice. Por cierto, ¿qué es de la vida de Luisa Ortega Díaz?
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