Jorge Arreaza, vicepresidente de la República, lanzó al ruedo el tema de un inminente aumento de la gasolina, el bien más subsidiado de la historia de Venezuela y un punto álgido a tratar por todos los gobiernos del país pos Caracazo de 1989.
Un aspecto que se debe tomar en consideración al abrir este debate es el que destaca Diego González, experto en el tema petrolero, en su columna Barriles No 105 del 11 de diciembre: Que la discusión del subsidio a la gasolina no se trata sólo de hablar del subsidio en sí, sino de: 1) Asignarle precios a los combustibles, entre los que se cuentan el diesel, la nafta, el kerosén, el gas natural por tubería, y el gas de bombona, entre otros, y la electricidad. 2) El tema de la metodología “para establecer los precios bases y cómo se deberán escalar hasta alcanzar los precios internacionales (trabajo del Ente regulador a crearse)”. 3) Cómo se utilizará ese nuevo monto una vez llegue al fisco y a la estatal (mientras sea PDVSA la única empresa que produzca, manufacture y comercialice).
En ese mismo Barriles, González también explica el porqué los precios de venta no cubren los costos de producción:
1) El costo oficial para 2012 de producción por barril (para el crudo, el gas natural y los líquidos del gas natural) fue de $11,09 por barril, mientras que el costo de procesamiento del sistema de refinación, excluyendo depreciación y consumo propio para el mismo período, fue de $5,62 por barril de petróleo más insumos procesados, y los líquidos producidos (derivados del petróleo y líquidos del gas natural). Así el “costo total de esos combustibles a la puerta de salida de la refinería sería $16,71 barril”.
2) Pero resulta que PDVSA afirma que los vende a $4,78 por barril, para “una pérdida neta de 11,93 US$/barril al costo de producción y refinación”.
3)Esto, explica González, a dólar oficia, representa una pérdida de $75,16 barril o Bs.0,47 por cada litro vendido.
4) Siendo que el precio de venta de la gasolina de 95 octanos es de Bs.0,097 litro, la pérdida total en esa gasolina estaría en el orden de Bs.0,373 litro a puerta de la refinería.
5)González saca la cuenta y explica que si PDVSA informa que la venta de gasolina en 2012 totalizó 301.000 b/d (o 17.468,5 millones de litros anuales), tuvo un ingreso por este concepto de Bs.6.515,8 millones = $1.034,2 millones que sólo alcanzan “para resarcir los costos de producción, refinación a puerta de refinería y ponerla en la estación”.
6) Concluye González, “para reponer los costos de producción la gasolina de 95 octanos debería venderse a 0,47 Bs/litro más los costos de colocar cada litro en la estación de servicio, más la ganancia para el distribuidor”.
Otra manera de calcular las pérdidas que tiene la República con la venta de gasolina, es analizando la relación que existe entre el precio de venta al público en Venezuela y el precio de venta para la exportación, de donde se observa que el país deja de percibir unos $11 milardos.
Pero, no se haga ilusiones amigo lector que esos ingresos no van a mejorar su calidad de vida, ni a garantizarle mejor salud, más seguridad personal ni suministro garantizado de electricidad. Las razones de traerlo ahora a colación es que las cuentas de PDVSA están tan mal que el gobierno tiene severas dificultades para seguir manteniendo las dádivas a los Castro y otros gobiernos alcahuetas de la región.
De allí que no deja de tener razón el líder opositor Henrique Capriles: Que antes de golpear más el bolsillo de los venezolanos con un incremento de los precios de los combustibles, el gobierno debe y tiene que dejar de subsidiar a los Castro, a los boliburgueses y a todos los gobiernos que se están aprovechando de los dineros del Tesoro Nacional.
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