Por: VenEconomía
Nicolás Maduro está inmolando a todos los venezolanos.
Por un lado, reprime a las protestas de forma criminal y amenaza con meter al país en una confrontación civil de impredecible desenlace. Por otro lado, su manejo de la economía produce escasez, desempleo e inflación.
Ahora, Maduro busca dejar el país sin las importaciones que tanto requiere, decidiendo de manera inaudita y con talante destemplado romper relaciones políticas y comerciales con el gobierno de Panamá, por el hecho de que este promovió una reunión en la OEA para tratar la crisis social de Venezuela.
Hay quien sugiere que tras esa destemplanza de Maduro busca satisfacer el ansia de venganza de los Castro con Panamá, por la intercepción del buque coreano Chong Chon Gan, proveniente de Cuba con armamento de guerra no declarado.
Tal vez, Maduro y la tribu de felones que lo acompañan en el gobierno piensen que con la bravuconada de romper relaciones con Panamá se anotaron un éxito político, ya que la OEA no acordó ninguna medida contra la represión brutal del gobierno venezolano, y porque el pronunciamiento al que llegó la organización de estados americanos fue tristemente una claudicación de los gobiernos que la integran al respeto de los Derechos Humanos.
¡Falsa premisa de los bolivarianos!
Primero, porque a la luz de la comunidad internacional se terminó de revelar el carácter totalitario y prepotente del Gobierno. Segundo, porque la posición de la mayoría de los gobiernos del club de la OEA era un hecho totalmente previsible, pues la diplomacia de la petrochequera ha carcomido las bases del pudor democrático de muchos de los gobiernos que conforman este foro.
Esta falsa alegría tal vez le ha dado impulso al gobierno para seguir el ataque contra el gobierno de Panamá; recrudeciendo las acusaciones públicas sin presentar pruebas en contra de su presidente, Ricardo Martinelli, de supuestos cobros de 20% de comisión a los empresarios de la Zona Libre de Colón “por cada factura que se cancelara desde el organismo venezolano de entrega de divisas que usó para su campaña interna” y llevado a la decisión de profundizar la ruptura comercial incluso informando que dio la orden al Cencoex (Centro Nacional de Comercio Exterior) y al vicepresidente de Economía para que “suspendan todas las transacciones en divisas con Panamá inmediatamente, tarjetas y todo".
Los perjudicados por tales medidas son los venezolanos.
Primero, afecta a los venezolanos que se encontraban de viaje en Panamá, a quienes se les suspendieron sus cupos Cadivi intempestivamente. Segundo, se anuncia la suspensión del pago de la deuda a los empresarios de la zona libre de Colón que asciende a más de $1.200 millones, dejando con ello al país sin la posibilidad de importar bienes desde los centros de distribución y de los mayoristas de Puerto Colón.
Y, peor, se corre el riesgo de que Panamá le prohíba el paso de los barcos que traen bienes de Asia y de los países americanos que pasan forzosamente por el Canal de Panamá, y también de las exportaciones venezolanas que pasan por el Canal, entre ellas 25% de petróleo.
Para este lunes, se espera que el gobierno de Panamá anuncie las medidas de retorsión que tomará en contra de Venezuela. De imponer Martinelli, similares restricciones o prohibiciones que las ha aplicado Maduro a Panamá, las repercusiones para el país serían de amplio impacto para todos los venezolanos.
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