MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
Maduro lleva varios meses amenazándonos con un "sacudón", que desemboca siempre en un parto de los montes. El último conato fue poco antes del III Congreso del PSUV, en el que Maduro y su cogollo recibieron un inesperado "sacudón" de la militancia de base, expresado en una enorme abstención (cercana al 90%) imposible de ocultar con los malabarismos verbales de Diosdado y las mentiras de Jaua y Maduro.
Que voces del chavismo como Nicmer Evans escribiera en Aporrea que a las 5:00 pm apenas había votado el 8% en el municipio Libertador, y que no se observase cola alguna en los centros electorales, son signos inequívocos de la molestia de los votantes con la gestión de Maduro y su rechazo a unas listas de candidatos integrada por "hijos de", o "ministros de", o "apoyados por", como dijera Evans.
El "sacudón" recomendado por los expertos en políticas públicas y organismos internacionales no es el que está en la mente de Maduro, ni el que le permitirán sus radicales y "enchufados", en los que se sustenta su menguante apoyo político. "Cualquier intento de enfrentar los grandes desequilibrios fiscales, monetarios, en el flujo de divisas de Pdvsa y la acelerada acumulación de deudas, todo orquestado inicialmente por Chávez para ganar elecciones y profundizado por Maduro, afirma Orlando Ochoa, requiere de un plan económico coherente para ordenar la formación de precios en los mercados de bienes, cubrir el enorme déficit del sector público sin imprimir Bs. en el BCV, reestructurar a Pdvsa, pagar deudas reales a proveedores del país y establecer un régimen cambiario, con suficientes reservas internacionales", medidas todas necesarias e incompatibles con la obsesiva "transición al socialismo" que ha arruinado el país. Maduro, dice Ochoa, se inclina solo por "una macrodevaluación con unificación cambiaria a 25-30 Bs/$, para financiar el déficit del Gobierno/Pdvsa, además de cubrir el gasto electoral de 2015 (...) lo que dispararía la inflación por encima de 100%". Otro economista, Alexander Guerrero, critica la "revolución fiscal", es decir, el aumento de impuestos con el que Maduro y sus asesores manejan la ficción de que "subiendo los impuestos podrán dominar la inflación", cuando ocurre todo lo contrario. Con mayores ingresos fiscales el Gobierno gastará más y la inflación será enorme porque vendrá acompañada de la unificación cambiaria que implica una devaluación brutal. Todo un "sacudón" contra el pueblo.
Maduro no tiene intención alguna de disminuir el gasto público, del cual dependen sus radicales y el apoyo militar. Optará, no por lo que debería hacer, sino por terminar de descapitalizar al sector privado, con lo que aumentará el desempleo y la escasez: en Carabobo se han perdido 8 mil empleos en 2014 y más de 20 mil en las industrias del país, de ahí las protestas laborales. Las empresas públicas están quebradas por la corrupción e impericia burocrática (reconocido por el oficialista Freddy Bernal) y en vez de devolver las fincas y empresas expropiadas a sus dueños para aumentar la producción, Maduro anuncia su "revolución fiscal", con "más represión económica, con nuevos impuestos para el derroche, corrupción e ineficiencia del Gobierno". Que Maduro no frenará el despilfarro lo demuestran los Bs. 1.400 millones para que el "Minci difunda la gestión de Gobierno" (que canales y emisoras radiales divulgan gratis obligatoriamente); el presupuesto de 2014 sube de 552,6 millardos a 780 millardos; evalúan entregar divisas a las comunas (?); crece 87% deuda del Fondo Simón Bolívar con la banca. Cifras del BCV registran que el pago de capital e intereses de la deuda externa fue de $12.128 millones en los 3 primeros meses de 2013 (el 19% de lo ingresado por exportaciones petroleras). Este año equivaldrá al 25% del total de los petrodólares (EU 24-07-14). Entretanto la canasta básica familiar subió a Bs. 20 mil, el monto de 4,8 salarios mínimos. Hoy Venezuela, además de estar en manos de un país dictatorial y hambriento como Cuba, lo estamos también del voraz imperio chino: no solo enviamos 550 mil barriles diarios de crudo hasta 2020 por pago de una deuda ya dilapidada. Asimismo China tiene injerencia en electricidad, minería, industria, telecomunicaciones, seguridad y defensa, tecnología y otros.
Con enorme corrupción, inflación sin control, violación creciente de los derechos humanos, grotescos juicios contra la disidencia, estallido de la criminalidad impune , escasez de alimentos y medicinas (que Nicolás envía a Gaza por razones políticas, no humanitarias, mientras fallecen de mengua nuestros enfermos ), el "sacudón" de Maduro contra los venezolanos cambiará de destinatario.
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