Suponemos que la intención del gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, no fue confesar públicamente el modelo político del chavismo. Mucho menos quisiéramos que nos acusaran de tergiversar sus palabras
SANTIAGO BOCCANEGRA/TalCualDigital
Suponemos que la intención del gobernador de Aragua, Tareck El Aissami, no fue confesar públicamente el modelo político del chavismo. Mucho menos quisiéramos que nos acusaran de tergiversar sus palabras.
Lo cierto es que el mandatario soltó ayer una declaración que nos permite entender el porqué de algunas estrategias gubernamentales: "Mientras más uno consigue pobreza, hay más lealtad a la revolución y más amor por Chávez. Mientras el pueblo es más pobre, es más leal al proyecto revolucionario".
El Aissami dijo esto durante un acto de gobierno, acompañado del presidente Nicolás Maduro. Es la explicación para la clase media venezolana del porqué sus finanzas están cada vez más deterioradas, la razón por la cual los hijos profesionales no dejan de pedirle auxilio financiero a sus padres pese a tener una década casados fuera de casa, del porqué la quincena no alcanza para cubrir la cesta básica y menos para pensar en salir una semana de vacaciones en la playa más cercana.
El gran mérito de la revolución, hay que decirlo, ha sido acabar con la clase media. Paradójicamente la más productiva para el país. A fuerza de medidas oficiales se ha estrangulado la economía de este sector de la población, se le han cercenado sus oportunidades y frustrado sus aspiraciones de mejoras. El chavomadurismo quizás tenía la necesidad de aumentar la dependencia, de dilapidar el paupérrimo bolsillo de los venezolanos, porque, así como dice El Aissami, garantizarían la dependencia ideológica.
Maduro también lo dijo ayer públicamente: "Paciencia y más paciencia para tener patria perpetua, patria del pueblo". Piense en esa frase cuando haga la larga cola en el supermercado, cuando no consiga los medicamentos que necesita o cuando en medio de un apagón se le dañe el televisor que compró con el ahorro de más de dos años de quincena. Así pues, desde la pobreza se ve mejor al chavismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario