JOSÉ SUÁREZ NÚÑEZ/TalCualDigital
El "sacudón" no anunció ninguno de los esperados cambios estructurales en la economía, sino una reorganización ministerial al reducir de 33 a 28 ministerios, la fusión de tres despachos y en la industria petrolera fue promover a los dos más importantes vicepresidentes, cambiarlos de escritorio y subirlos de rango.
Eulogio del Pino, un geofísico, que era vicepresidente de Exploración y Producción fue promovido a presidente de Petróleos de Venezuela. Asdrúbal Chávez es ingeniero químico y vicepresidente de Refinación, Comercio y Suministro, salió de Pdvsa para convertirse en ministro de Petróleo y Minería.
Una medida saludable es separar los cargos de ministro y presidente de Pdvsa, para que no siga siendo una misma persona, ya que el despacho de Petróleo y Minería es el planificador de la política petrolera y Petróleo de Venezuela es el operador del negocio.
Es lógico que tengan distintas percepciones de la actividad. Pulido y Chávez son veteranos de la meritocracia petrolera, aunque ambos la rechacen, ya que entraron en la industria petrolera en 1979. Chávez es primo del difunto expresidente y entró en Pdvsa 20 años antes de que el teniente coronel ascendiera al poder.
Nadie se espera que haya cambios significativos en la dirección de la política petrolera, porque los aspectos básicos de la estrategia petrolera eran diseñados por el presidente Chávez y ahora por el presidente Maduro.
Ambos veteranos tienen su parcela de responsabilidad en la caída de la producción y los quebrantos de la refinación, compartiéndola con Ramírez, que seguía al pie de la letra los "instructivos" del presidente Chávez para la politización de Pdvsa.
Nadie espera cambios radicales en la política petrolera, pero algunos deben estar asustados y preocupados por las decisiones futuras del Ciadi y las malas noticias de que no habrá aumentos inmediatos en el precio del petróleo.
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