La noticia de que “Venezuela recurre por primera vez en su historia a la compra de crudo a otro país para mezclarlo con el extrapesado de la Faja y exportarlo” es prueba del agónico declive de Pdvsa, otrora una de las principales empresas del mundo.
El cable detalla que Venezuela usaría “el petróleo ligero de Argelia” según documento de Pdvsa al que Reuters tuvo acceso. Los venezolanos debemos preguntarnos ¿qué se hizo, a quién se vendió y a qué precio el petróleo liviano del país que se venía utilizando para ese propósito? Quizá el crudo liviano disponible en menor cuantía que el pesado, formó parte de la “regaladera” irresponsable que nutrió la desmedida ambición política del difunto por convertirse en un líder continental y mundial. Recordamos que en pleno encandilamiento con el único sátrapa que queda en Europa, Lukashenko, (relación que Maduro continúa pues Bielorrusia dizque construirá 157 edificios en Fuerte Tiuna), Chávez declaró que “comenzaría el envío de crudo liviano venezolano a ese país”, en condiciones y monto nunca explicados. Así que, con su práctica de derrochar recursos públicos con fines políticos, podemos suponer que el crudo liviano llegó a manos de Lukashenko. El experto Diego González dice que del crudo liviano hay millones de barriles en las reservas probadas, pero no desarrolladas, por no haber hecho las inversiones necesarias y haber sido entregadas a dedo a empresas cuya producción disminuye cada año. Por esa razón Pdvsa ha estado comprando ingentes cantidades de nafta a muy alto precio, para mezclarla con el crudo pesado de la Faja.
Ramírez ha sido letal para el país. Asintió a todos los caprichos que convirtieron a Pdvsa en la ruina que es hoy. No asignó recursos para aumentar la producción y mantener las refinerías (de ahí la tragedia de Amuay) pero invirtió millones de dólares en modernizar la prehistórica refinería Cienfuegos en Cuba, o en pagar la construcción de escuelas y hospitales en Uruguay, Nicaragua y otros. Citgo habría pagado 1,9 millones de dólares por hacer lobby a los sátrapas de Siria, Irán y Corea del Norte; Pdvsa ha desviado recursos para el pago de campañas electorales, como el maletín de Antonini con los $ 800.000 para CK; Pequivén financió a políticos “bolivarianos” en Colombia, según El Espectador y este año, en plena crisis, Pdvsa pagó $ 650.000 para hacer lobby en Estados Unidos. La Pdvsa roja, hundida en la corrupción, perdió el rumbo de producir petróleo y dar divisas al país, para convertirse en la transportista y compradora de kits de los asistentes a los mítines o a votar; en la financista de las misiones surgidas en cada elección ; la que pagaba todos los saraos de los países del Alba y la que entrega los cheques a miembros de la OEA que, con su voto, le permiten al régimen violar los derechos humanos a mansalva, sin que haya sanción alguna. Hoy, solo al BCV, al que arruinó, Pdvsa le debe $ 83.000 millones.
“El Sector Petrolero Quince Años Después” de Ramón Espinasa –ex empleado de Pdvsa y profesor de la Georgetown University– reseña lo que deben saber quienes creyeron que “Ahora Pdvsa es del Pueblo”, falacia grotesca que Ramirez aún repite sobre el cadáver de la industria, quebrada por quienes asaltaron las reservas hasta dejarnos sin agricultura, industria, alimentos, ni medicinas y pretenden someternos a la cartilla electrónica del racionamiento cubano. La producción petrolera en Venezuela alcanzó 3,5 millones de barriles diarios en 1998. En este agosto de 2014, la OPEP apenas registra 2,33 Mbd de Pdvsa y no los 3,17 oficiales, y añade que en 2013 los pozos activos solo fueron 14.809 (en 2010 eran 17.238). Pdvsa en 1998 tenía 42.000 empleados; en 2013, 111.0000. En 1998 cada trabajador producía en promedio 83 bd; en 2013 solo 23 (72% de caída). En 1998 los gastos operativos de Pdvsa fueron $ 5.500 millones; en 2013, $ 23.000 millones. El costo por barril en 1998 fue de $ 4; en 2013 de $24. Entre la pérdida de producción, regalos y descuentos, el ingreso de caja de Pdvsa por exportaciones fue $46.300 millones en 2013. Si descontamos el costo de la importación de productos (que ha ido subiendo de 68.000 bd en 2009 a 114.000 bd) y el servicio de la deuda externa de Pdvsa, el ingreso neto por exportaciones de petróleo en 2013 fue de solo $ 34.000 millones.
¿Entendemos ahora por qué Pdvsa está quebrada y el país, dependiente del petróleo en 95%, está en ruinas? Por eso Ramírez y Maduro buscan febrilmente dinero ante el pago de la deuda externa con riesgo de default; más desabastecimiento, inflación brutal, 73% de rechazo al aumento de la gasolina y la venta de Citgo que puede fracasar por la inminente decisión del Ciadi a las demandas de Conoco y Mobil, y los intentos de algunos congresistas de Estados Unidos de impedir la operación.
Así que el “sacudón” será popular e inevitable.
Cort. El Nacional
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