Por: VenEconomía
“Si tiene plumas, si grazna como un pato y si tiene un pico plano, al menos tenemos que considerar la posibilidad de que estamos ante una pequeña ave acuática de la familia de los anatidae”. Así lo plantea el escritor y guionista radiofónico inglés, Dougla Adams.
Parafraseando a Adams, se puede decir que si los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro vienen graznando como los más conspicuos radicales marxistas y dictadores de diferentes gamas de la historia de la humanidad; si sus políticas y estrategias son similares a las aplicadas por dictaduras en el globo en diferentes épocas y si sigue aferrado al gobierno de Cuba, se puede afirmar que Venezuela está inmersa en una dictadura de una élite radical afecta al comunismo.
Es indiscutible que el modelo de gobierno de Chávez, y ahora el de Maduro, sigue un patrón que se ajusta perfectamente al desarrollado por el líder radical de extrema izquierda Saul Alinsky en Chicago durante las décadas de 1950 y 1960, que ha sido imitado por líderes y movimientos radicales en todo el mundo desde entonces.
Saul Alinsky fue un organizador comunitario y activista político en Chicago (murió en junio de 1972), y es conocido por sus extraordinarias habilidades organizativas que aplicó con cierto grado de éxito en los esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los pobres en muchas ciudades en todo EE.UU.
También es conocido por sus tácticas radicales y manipuladoras que se han resumido en varios libros, entre ellos Reveille for Radicals (1946) y Tratado para radicales (1971).
Al igual que muchos marxistas tradicionales, la regla clave de Alinsky es la enunciada por Nicolás Maquiavelo: "En la guerra, el fin justifica casi cualquier medio”. Otra regla clave de Alinsky (en su libro Tratado para radicales) es: “el ridículo es el arma más potente del hombre; selecciona el objetivo, congélalo, personalízalo, y polarízalo".
Según Alinsky, existen ocho áreas de control que se deben explotar para poder crear un “Estado social”.
El más importante: la Salud – Su premisa es controla el sistema de salud y controlarás al pueblo. El dúo Chávez-Maduro pusieron su empeño en controlar el sistema, y en ese periplo lo han llevado a un nivel paupérrimo.
Pobreza - Aumenta el nivel de pobreza tanto como sea posible; los pobres son más fáciles de controlar y no se defenderán si les das lo que necesitan para vivir. Ya lo dijeron Jorge Giordani, hombre fuerte de Chávez, y Héctor Rodríguez, uno de los ratificados en el “sacudón”, la revolución necesita de los pobres.
Deuda – Aumenta la deuda a un nivel insostenible, de esta manera podrás aumentar los impuestos y esto producirá más pobreza. Se estima que la deuda pública de Venezuela asciende a $230 millardos, casi 60% del PIB incluyendo la deuda de PDVSA.
Control de armas – Elimina la capacidad del pueblo para defenderse del gobierno, de esta manera podrás crear un estado policial. El monopolio de las armas en Venezuela está en manos del gobierno, quien lo comparte a discreción con los grupos civiles armados, garantes de la defensa del “proceso”.
Bienestar – Toma el control de cada aspecto de sus vidas (alimentación, vivienda e ingresos). Es inocultable el férreo control del castrocomunismo sobre todas las áreas del quehacer nacional).
Educación – Toma el control de lo que la gente lee y escucha –toma el control de lo que los niños aprenden en la escuela. ¿Quién duda del control de medios y los programas de estudios en estos tiempos?
Religión – Elimina la creencia en un Dios, en el gobierno y en las escuelas. La adaptación del Padre Nuestro, oración base de los católicos, para adorar al “padre Chávez” dada a conocer la semana pasada muestra hacia dónde van los tiros.
Lucha de clases – Divide a la gente en ricos y pobres, esto provocará más descontento y será más fácil crear impuestos para los ricos con el apoyo de los pobres. ¿Les suena las expresiones despectivos de burgueses, hijos de papá, explotadores, imperialistas tan manidas en las bocas de Chávez- Maduro?
¿Es un pato? Usted dirá.
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